Hasta 2007, los 11.000 kilómetros que separan Valencia del Monte Fuji estaban más unidos de lo que se piensa. Y es que la capital del Turia compartía con el país nipón un parque temático ambientado en ‘Los viajes de Gulliver’ de Swift. El gigante, que yace sobre el Jardín del Turia y que cada día recorren cientos de niños mientras se deslizan por sus toboganes y rampas, tenía su réplica a los pies de la famosa montaña.
Situado a dos horas y media de Tokio, el Gulliver’s Kingdom era, hasta esa fecha, un parque de atracciones inspirado en los cuentos de Jonathan Swift, donde el público podía sentirse como liliputienses y caminar sobre el cuerpo del gigante. Hoy, en el terreno donde una vez se alzó, no queda rastro.
De aspecto más realista que el de Valencia, con una cara dibujada al detalle, una estatua de 45 metros de largo de Lemuel Gulliver también era la principal atracción del parque.
Abrió sus puertas en 1997 y tan solo estuvo abierto durante 4 años. Se piensa que la decisión de construir este parque bajo el Monte Fuji, principal reclamo de la zona, no fue lo más inteligente. Hay otras voces que señalan al bosque próximo a sus instalaciones, el bosque de Aokigahara, popularmente conocido como «El bosque de los suicidios», y que añadió un aspecto tétrico al gigante.
Lo cierto es que el parque temático nunca llegó a despegar, como sí lo ha hecho el de Valencia, y fue demolido en 2007. Durante los 6 años que transcurrieron desde su cierre en 2001 hasta la llegada de las excavadoras en 2007, el parque se convirtió en un punto de interés para los aficionados a explorar lugares abandonados. Dicha localización, ya de por sí atrayente para los más morbosos, ayudaba.
Las últimas imágenes que quedan del parque las recopiló el usuario «Mandias» en Flickr, semanas antes de su demolición en 2007, y son las que ilustran este artículo.