A las afueras de Valencia hay un restaurante avanzado a su tiempo. Uno donde el evento social más tradicional de un fin de semana, el almuerzo, lo sirve una de las herramientas tecnológicas más avanzadas. Un robot camarero justifica el peregrinaje hasta La Mesedora, uno de los locales de moda en Valencia para disfrutar del esmorzar.
En la calle Carnissers, número 22, de Algemesí se encuentra este bar-restaurante especializado en almuerzos. Con un horario de 8 a 16 horas, su entrega al ritual de los sábados y domingos por la mañana es total. Aquí se viene a hacer comboi, disfrutar de la picaeta y a calzarse entre pecho y espalda un entero de blanc i negre o el bocadillo galardonado con el Cacau d’Or.
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«Si eres de los que prefiere tomarse un brunch a pegarse un buen esmorzaret este no es tu sitio», avisan en su página web. Sus bocadillos innovadores se mezclan con propuestas más tradicionales como la brascada, el chivito o el bocata de calamares.
Pero quien de verdad eleva un punto más esta experiencia es su robot camarero. Descontando la carta, que está muy cuidada, es la principal atracción de La Mesedora. Lo mismo vale para un roto que un descosido, o más bien un café solo, un bocata o un tiramisú de cremaet. Porque sí, aquí el cremaet se tiene que pedir en forma de tiramisú, es el postre estrella de la casa.
Según la guía de Joan Ruiz de Esmorzaret, La Mesedora es uno de esos sitios «en los que el oficio no se pierde sino que se mejora».
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