«Camarero, una brascada, un Almussafes y un chivito, por favor». Pronunciar esta frase en un bar de la plaza Mayor de Madrid sería toda una temeridad, nos mirarían con ojos entre el estupor y la sorpresa. Sin embargo, es Valencia es el pan de cada día, nunca mejor dicho. Pedir estos bocadillos aquí es toda una tradición que (todavía) no hemos exportado. Pero, ¿qué estamos pidiendo cuando hablamos de Almussafes, Brascada o Chivito?
Brascada
Un bocata hecho con cebolla frita, filete de ternera a la plancha y, en ocasiones, unas lonchitas de jamón serrano caliente por encima.
Chivito
Atentos que la lista es larga: cinta de lomo a la plancha, beicon, queso, tomate, lechuga, huevo y un poco de mayonesa para que la cosa fluya.
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Almussafes
Sobrasada de cerdo, cebolla frita caramelizada y queso fundido. No necesitas nada más para tocar el cielo.
Blanc i negre
Hablan de él como el mejor bocadillo del mundo. Entre los dos trozos de pan se esconde una morcilla, dos longanizas y , a veces, habas.
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Pepito
Panecillos rellenos de titaina, un pisto valenciano hecho a partir de atún, tomate y piñones. Se reboza y se fríe antes de alcanzar el orgasmo gastronómico.
Figatells
Bolas de carne hechas a partir de magro e hígado. Se le añaden piñones y perejil. ¡Y a babear!
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