Los peores crímenes contra la paella
Algunos son para echarse a llorar y no parar.
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Algunos son para echarse a llorar y no parar.
Ningún plato es tan típico, propio, característico y rico como nuestra paella. Por desgracia, también es posiblemente el que más atrocidades ha sufrido a la hora de su preparación en la Historia de la Humanidad.
Y sí, es cierto que otros platos como la pizza también han sufrido de lo suyo, pero en general muchas veces ha salido hasta bien parada porque admite muchas cosas. Pero la paella NO. No podemos llamar «paella» a cualquier cosa que lleve arroz con azafrán. Eso es así. Vamos a recopilar una serie de… bueno, auto-denominadas paellas para que el mundo sepa que esto NO se hace así.
Vale que las paellas fueran un plato en el que los campesinos echaban lo que tuvieran a mano, pero si desde hace siglos tenemos una receta es para algo: seguirla. Los guisantes sobran y mucho. Y si son congelados todavía más. Por no hablar del chorizo, el arroz basmati o las aceitunas rellenas.
Que te remuevas el arroz en casa para hacerlo a la cubana pues vale, a lo tuyo. Pero la paella NO se remueve. Como lo hagas romperás el arroz, liberarás el almidón y tendrás una maravillosa plasta de arroz. Además, ¡nos gusta el socarrat, narices!
Que sí, que el pescado y el marisco están muy ricos, pero si un arroz lleva eso se llama arroz a banda, o del senyoret. No «paella». Ni «paella mixta», menuda aberración.
La paella también se puede personalizar. ¿No te lo crees? Pues aquí tienes una con la cara de la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Entramos en los atentados penados con cadena perpetua. La paella no es un cocido al que puedes echarle de todo.
La nouvelle cuisine y la paella son agua y aceite. Nunca podrán fusionarse y más si se cometen crímenes como estos.
Señores, me bajo de este mundo. A ver si el Día Mundial de la Paella arregla semejante crimen. No hay palabras. No puede haberlas.
Arroz, pollo, conejo, garrofón, pimentón, bachoqueta, azafrán, tomate triturado y, si acaso, caracoles o alcachofas. ¿Tan difícil es? Que no queremos hacer las cosas. Eso es lo que pasa. Te dejamos aquí con algunas de las mejores paellas del mundo.