
La pista deportiva más bonita del mundo (o una de las más bonitas, según se mire) está en Valencia. La Marina de Valencia cuenta con una de las canchas más coloridas que bien podríamos ubicar en otros puntos del planeta como Los Ángeles o Río de Janeiro.
Con el sonido del Mediterráneo de fondo, aquí disfrutan jugando deportistas venidos desde todos los barrios de la ciudad. Se inauguró en 2019 y su diseño es del artista urbano Abel Iglesias.
Aquí se puede jugar a fútbol, baloncesto o simplemente hacer deporte. Unos 1.000 metros cuadrados de superficie con tonos amarillos, rojos, azules y blancos nos bridan una experiencia única mientras nos ponemos en forma.
Esta pista se ha construido en uno de los antiguos tramos del trazado de Fórmula 1. Tras cancelarse el contrato del evento deportivo, la Marina de Valencia comenzó a buscar usos alternativos a un gran espacio que quedaba desierto. Con la ayuda de los artistas gráficos, se optó por este concepto de pista deportiva que sorprende a grandes y pequeños.

Otro de los grandes alicientes de practicar deporte en estas instalaciones es su cercanía al mar, lo que permite pegarse un baño antes o después de la práctica deportiva. También se puede acceder a ella en bicicleta siguiendo el carril bici que recorre la Marina de Valencia.
Durante los meses de verano, debido al impacto del sol, su uso es menos atractivo y puede ser molesto para los jugadores en las horas centrales del día.
Una obra de arte sobre la que podemos quemar calorías y que se integra perfectamente con el entorno de la Marina, repleto de muchos otros murales y grafitis diseñados por artistas locales e internacionales.