Entre las mejores bravas que te puedes comer en Valencia, hay unas que son unas auténticas «outsiders». Bravas de extrarradio, sabrosas, bañadas en salsa y con el sabor de los bares de toda la vida. Así son las bravas secretas de Taberna Amparín, un bar con solera en la Cruz Cubierta.
Decimos secretas porque son pocos los que reparan en este establecimiento, pese a todos sus atractivos. Entrar en Taberna Amparín es llegar a un lugar en el que no ha pasado el tiempo, con mesas y sillas de formica, escudos antiguos de equipos de fútbol y una barra de bar que valdría de atrezzo para un capítulo de Cuéntame.
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Quizás esa es su principal virtud: aquí todo sigue (y sabe) como siempre. Las bravas, la ensaladilla rusa y el resto de tapas de este bar de Valencia son un espectáculo. Ya no solo porque son generosas y vienen bien cargadas de salsa, sino porque la receta la bordan.
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Aquí se comenzó a rendir homenaje a la patata brava hace ya 40 años, pero no fue hasta hace bien poco, con el auge de las redes sociales e Internet, que se ha corrido la voz por el centro de Valencia. Este es el plato que acoge a los más urbanitas que se desplazan hasta esta zona, principales responsables de que cada semana se utilicen en esta taberna entre 125 y 150 kilos de patata, solo para las bravas.
En Taberna Amparín comparten espacio treintañeros, jubilados y familias ya asentadas en esta zona de la ciudad que vive alejada de la atención que despiertan otros barrios más céntricos. Aunque estas bravas son todo un imán para visitas espontáneas al barrio. ¿Ya has planificado la tuya?
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Foto: @esmorzaret (Instagram)