En el número 32 de la calle Pizarro hay un local que es la envidia de la repostería mundial. Y también de los panaderos. Y es que quien lo regenta es Salvador Pla, ganador del premio a mejor pastelero mundial de 2018 en la categoría de «mejor confitero». Un premio con alta competitividad y pedigrí que otorga la Unión Internacional de Panadería y Pastelería (UIBC).
Esta pastelería y ahora panadería es, sin duda, la mejor que podemos encontrar actualmente en la ciudad. Llevan trabajando en el sector desde 1972 y se les da bien tanto el dulce como el salado.
De hecho, fue un horno de pan en sus inicios y ahora es uno de los 4 locales de la ciudad que forman parte de la Ruta Española del Buen Pan por la calidad de su masa y horneado. Panettones, panquemados, panes de harina ecológica y mil formas, empanadas y empanadillas o incluso platos de comida para llevar ocupan sus vitrinas hasta el punto de haber desplazado al dulce.
Una muestra inequívoca de su calidad como obrador es que restaurantes como el de Ricard Camarena, el único con dos estrellas Michelin en la ciudad, encargan aquí sus panes que luego sirven.
El cambio para Monplá ha traído aparejada una reforma integral del local y un traslado de los métodos del dulce al mundo del pan. Sin embargo, el trabajo que les hizo famosos no lo han olvidado: el local todavía cuenta con una pequeña sección de dulces y un servicio especializado en pastelería salada, alta pastelería y bombonería.
Foto de portada: @pasteleriamonpla (Instagram)