Valencia rinde homenaje desde este pasado martes a las 53 personas de la ciudad de Valencia que fueron deportadas a los campos de concentración nazis con un monolito en su recuerdo en el Cementerio General.
La obra, de dos metros de altura, está hecha de barro con la intención de que con el paso del tiempo se tenga que reconstruir y volver a honrar así a las víctimas del holocausto.
Durante la presentación, el alcalde, Joan Ribó, ha recordado a las víctimas y ha destacado en especial el campo de Mauthausen-Gusen, conocido como el lugar donde los nazis agruparon a gran parte de los españoles. Allí se trasladaron a 7.532 exiliados españoles que habían pasado a Francia en 1939 después de la victoria del bando franquista en la Guerra Civil y que fueron detenidos cuando el régimen nazi tomó Francia.
El monolito colocado en el Cementerio General está dedicado a todas estas personas, “en especial a aquellos valencianos que perdieron la vida en aquel lugar de horror y muerte”, ha explicado el máximo responsable municipal.
Esta iniciativa se enmarca dentro de las actuaciones del Ayuntamiento para dignificar a las víctimas del franquismo y de la guerra que se iniciaron en 2015.