Pastelería Galán (Av. Corts Valencianas, 92 , Albal) sirve en este 9 d’Octubre la mejor mocadorà de toda Valencia. Según el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, este comercio de Albal prepara una cesta de dulces de mazapán única, además de ser la tienda mejor decorada para la ocasión.
Esta pastelería toma así el relevo de David Esteve (Calle Burriana, 17, Valencia), que en 2022 ha quedado en segundo lugar en el apartado de «Mejor mocadorà» de Valencia y «Mejor ornamentación». El podio lo completa Forn Llatzer (Calle Aparicio Albiñana, 5, Valencia), otro de los habituales en los premios a mejores dulces del Gremio.
El podio de «Mejor ornamentación» lo cierra este año La Tahona del Abuelo (Conde de Alacuás, 1, Valencia), que además prepara uno de los mejores panes de Valencia según los mismos panaderos.
«Su esfuerzo, excelente formación y vocación auténtica, hacen que esta sabrosísima tradición valenciana siga viva en nuestros paladares y nuestro corazón», ha expresado en un comunicado Juanjo Rausell, presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia.
El nivel de las mocadoràs, todas ellas artesanales y deliciosas, ha sido altísimo en esta edición, tanto por el sabor y forma de los dulces presentados por todos los participantes, como en el diseño y creatividad de los escaparates.
¿Qué es la mocadorà?
A esta tradición se le llama el «San Valentín valenciano». Cada año los pasteleros valencianos preparan miles de estas figuritas de mazapán, llegando a utilizar hasta 70.000 kilos en total solo para este día.
La historia cuenta que con la llegada de Felipe V tras la Guerra de Sucesión, este abolió los fueros,a pólvora y la festividad de San Dionisio, el patrón de los enamorados valencianos y que se celebra el mismo día que el 9-O.
La respuesta de los valencianos y valencianas para burlar la prohibición fue crear dulces de mazapán con forma de petardos, frutas y hortalizas. Envueltas en un pañuelo de seda, los hombros se les entregaban a las amadas para celebrar este día de manera clandestina.
Y así hasta hoy. En la actualidad también se distribuyen cientos de pañuelos de seda para envolverlas, como marca la tradición.