
Pasear por la plaza del Ayuntamiento de Valencia entre 1933 y 1960 era enfrentarse a un terreno escarpado. Barandillas y escaleras de piedra, alumbrado público muy recargado y fuentes con un estilo más típico de las calles de Roma que del cap i casal llenaban la plaza más transitada de la ciudad. Los puestos de flores estaban fuera de la vista del público, pero ya existían en una galería subterránea que generaba discrepancias entre los comerciantes.
Así era el centro en la Valencia de Javier Goerlich Lleó, arquitecto mayor del consistorio entre 1931 y 1956 y padre de la criatura hoy ya desaparecida. Conocida como la ‘tortada de Goerlich’, la idea de la época era hacer de la plaza Emilio Castelar (su nombre oficial en aquel momento) un centro de actividad comercial y tránsito, al igual que la plaza Reina.
La urbanización del enclave se diseñó en torno a una plataforma triangular en el centro, que dividía la plaza en dos alturas. La superficie quedaba como zona de tránsito, acceso al transporte público y punto de encuentro, mientras que la parte subterránea se destinó a actividades comerciales como la venta de flores y alimentos de primera necesidad, entre otras.

El centro de la plaza estaba presidido por un rompimiento circular con vistas a dicho mercado y una fuente subterránea, mientras que cada vértice de la plaza estaba ocupado por cascadas de agua, detalla la web oficial del Ayuntamiento de Valencia.
Las obras de esta plaza se completaron en 1933, tras dos años de trabajo. Sin embargo, el polémico diseño apenas aguantó tres décadas, y en 1961 se certificó su demolición cuando la plaza ya había tomado el nombre del Caudillo.
La marca Goerlich proyectó en la ciudad más de 600 edificios, y aún a día de hoy podemos contemplar su diseño en el Teatro Talía, el Cine Metropol o el mercado de Abastos, entre otros.
Las diferentes perspectivas de la plaza que ilustran este artículo son posibles gracias al archivo fotográfico de Joaquín Sanchis Serrano que la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu ha digitalizado recientemente.
