Charlas con amigos, celebraciones de momentos especiales, instantes de desconexión… Existen infinidad de recuerdos que acontecen alrededor de una mesa de bar. Además, si está coronada por las mejores bebidas y tapas caseras elaboradas con ingredientes cuidadosamente seleccionados, la experiencia se eleva al siguiente nivel.
La Picaeta nace en 1989 y se caracteriza por la pasión por los bares y todas las memorias que se crean en ellos. Por ello, a través de la creación de tapas de calidad que aúnan la tradición con las nuevas tendencias, La Picaeta se posiciona como una alternativa perfecta para reivindicar la gastronomía local.
A través de un trato cercano caracterizado por la profesionalidad del personal, la variedad de su carta y su propuesta de sabores auténticos y fusionados con otras cocinas para ofrecer opciones más atrevidas constituyen un valor añadido al bar. Asimismo, la atmósfera de sus locales hace justicia a la calidad de su oferta, mostrando toques acogedores y modernos en los que disfrutar de una velada sin prisa.
El establecimiento cuenta con dos locales en los que degustar unos bocados únicos en la mejor compañía, siendo Picaeta Orriols y Picaeta Tarongers. Ambas localizaciones cuentan con un espacio unificado en las que se respira un ambiente fresco y genuino ensalzado con una amplia terraza ideal para disfrutar del buen tiempo de la ciudad.
Por otro lado, la carta de La Picaeta no pasa inadvertida con sus platos. Desde las clásicas bravas con un toque muy propio, pasando por calamares rebozados con all i oli, suculentas croquetas, bocadillos, hamburguesas revolucionarias hasta llegar a las mejores carnes con salsas y guarniciones de lo más sugerentes. Es evidente que La Picaeta conoce los productos con los que trabaja para brindar la mayor calidad a sus comensales.
Además, en su propósito por acercarse al barrio e integrarse en él, sus locales ofrecen propuestas únicas protagonizadas por ingredientes del mercado y de temporada. Así, ciertas tapas gozan de exclusividad en función de la época del año y sus sabores se potencian debido a su rotación para que se encuentren en su punto óptimo. No obstante, la tradición y el respeto por la autenticidad en todos los aspectos no se encuentran en disputa frente a la estética. Por ello, todos sus platos cuentan con una presentación cuidada y perfecta para ser compartida en redes sociales.
En definitiva, La Picaeta es un espacio para compartir momentos irrepetibles acompañados de comida de calidad. Ya sea en un brindis planeado o en una quedada improvisada, sus locales son los lugares ideales para disfrutar de la cocina con alma que rinde tributo a su origen valenciano y a todo lo que implica su tierra.