El fin de «La Ruta del Bakalao» fue un punto de inflexión en el ocio de Valencia. Las discotecas de entonces se reinventaron mientras surgían otras nuevas. Estas son las más míticas.
A Valencia la marcó «La Ruta del Bakalao«. Lo que comenzó como un movimiento vanguardista y alternativo acabó en el exceso de la noche y la fiesta. El auge de este movimiento lo contó Canal + en un documental excepcional. De jueves a lunes, con más 72 horas de fiesta.
Una parte de las discotecas de aquella época murió de éxito, pero otras lograron reinventarse con el paso del tiempo. Surgieron nuevas también y la fiesta continuó durante años en otros sitios hasta bien entrada la primera década de los 2000. Todos estos lugares hoy son templos de la noche valenciana.
Puzzle
Nació en 1988 y echó el cierre en 2011. 23 años de fiesta y desenfreno que vieron pasar a grandes nombres de la música electrónica nacional e internacional. Era un paraíso para los amantes de los after. Su época de esplendor fue durante los primeros años de los 2000 cuando traía sonidos y espectáculos innovadores nunca vistos en Valencia.
NOD – Don Julio
Otro clásico de la Ruta. Desde Riba-roja Don Julio ponía patas arribas Valencia cada fin de semana. Que la Ruta saliese de la Valencia costera y se adentrase en la zona interior del área metropolitana se debe a discotecas como esta. En 1986 abrió sus puertas y se consagró con el nombre de NOD, Don al revés.
The Face
Aquí nació la cultura del parkineo en Valencia. Abrió por primera vez en 1981, pero fue a partir de 1994 cuando empezó a petarlo. La localización era perfecta, a dos pasos de la playa de Pinedo. En su interior, todos recuerdan la piscina y su enorme terraza. Tras perder la marca The Face, intentó repetir el éxito bajo el nombre de Lips, pero no triunfó y cerró definitivamente dejando un edificio totalmente en ruinas.
Queen (antigua Arabesco)
Pasaron los años, cambió de nombre y casi todo el mundo la seguía llamando por el nombre que la hizo mítica: Arabesco. Estaba al final de la Carretera Pla del Pou, en San Antonio de Benageber, y fue inaugurada a principios de los 90. Como si de una peregrinación se tratara, los sábados y domingo se llenaba de autobuses de gente venida de todos los municipios de Valencia. Cerró en 2007 y fue demolida hace unos meses tras años de abandono. Está previsto que aquí se construya ahora un restaurante y un supermercado.
Chocolate
Este edificio que hasta entonces había sido un secadero de arroz abrió en 1980. Estaba a unos pocos metros de Barraca. Jugaba un poco a contracorriente programando conciertos diurnos con la idea de que los que volvían de otras fiestas se dejasen caer por aquí. Como una casa más, en 2015 se puso a la venta en la página Idealista por un valor de 350.000 euros.
Barraca
La catedral de las discotecas valencianas. Así podríamos definir a Barraca, que nació en 1965 y durante años ha conseguido mantenerse como uno de los referentes de la música electrónica de España. Está próxima a Chocolate, en la localidad de Sueca. Aunque ahora de manera más espaciada, sigue organizando grandes fiestas cada fin de semana. Todo un ejemplo de éxito.
Distrito 10
Estaba ubicada en el centro de Valencia, justo al principio de la avenida Blasco Ibañez. Y decimos estaba porque ya no queda un solo rastro de ella. Este local es ahora la sede de una universidad privada. Abrió en 1982 con un diseño innovador y llegó a conseguir el premio a mejor discoteca de Europa. Cesó su actividad a mediados de los 90 con la etiqueta de ‘discoteca para pijos‘.
ACTV
Era la discoteca estrella de la playa de Valencia. Este edificio de la Malvarrosa albergaba fiestas con uno de los mejores equipos de sonido e iluminación. Se puso en marcha en 1986 y su edificio es el que hoy ocupa la discoteca Akuarela. Era una de las principales salas de la ruta valenciana por sus sesiones after.
Spook Factory
Esta sala abrió en 1984 justo cuando se empezaba a gestar la famosa ruta ‘bakala’. Es uno de las discotecas más míticas y hoy todavía sigue dando guerra. Tiene una capacidad para unas 2.500 personas. Es conocida como ‘La discoteca del murciélago’ y era habitual que los que todavía tenían ganas de fiesta después de pasar por Barraca y Chocolate acabaran aquí.
Bananas
Si hablamos de Bananas no podemos olvidar una de las aportaciones que hizo a la noche valenciana: el Besódromo. Si te atrevías a pasar por aquella pasarela, igual ganabas un beso de una de las modelos de la sala. Su diseño acristalado con techos en forma de banana se podía ver desde la autovía A-7, a la altura de Almussafes, y se convirtió en la reina de la noche valenciana durante un tiempo. Este inmenso templo de cristal cesó su actividad allá por 2010.
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Foto de portada: RutaDestroy.com