No hay sobremesa sin mistela ni noche de fiesta sin cazalla. Esta norma popular de Valencia siempre se cumple. Cuando crees que te vas a librar del chupito de rigor, aparece tu cuñado con la botella (otu amigx festerx) y te arrastra a la barra del bar per a fer-se l’última cassalleta.
Estas dos bebidas forman parte de la cultura popular valenciana. Pero, ¿cuál de ellas es la preferida? Hay mucho debate, mucho experto y, para huir de rivalidades innecesarias, ¿a que a nadie le desagrada un barrejat? Y más si esa persona es de Torrente, pero eso ya lo hablamos después.
Aunque su color, entre la frontera del gris y el marrón, pueda echarte para atrás, no puede salir algo malo de esa combinación. Básicamente, esta bebida es la mezcla de cazalla y mistela y antes su consumo estaba mucho más extendido que ahora. En Valencia ciudad y alrededores todavía hay bares que lo sirven con solo pronunciar el nombre; en otros, tienes casi que hacértelo tú.
Su desconocimiento, sobre todo en las generaciones más jóvenes, ha condenado a este chupito al peligro de extinción en bares y restaurantes, excepto en el ámbito doméstico, determinados pueblos y la Meca del barrejat: Torrent.
Decíamos que íbamos a volver sobre esto y aquí estamos. El apego de esta ciudad a los licores más valencianos es especial. Desde 2002 se viene celebrando la «Fiesta del barrejat«, un evento que promovió la filà Els Comilitons y hoy se ha convertido en todo un espectáculo.
En las últimas ediciones ha congregado a más de 2.000 personas que bailan, beben, se disfrazan y montan charangas en la plaza Maestro Giner dentro de los actos de los moros y cristianos torrentinos.
Mucho antes de que se consumiera en masa en Torrent, el barrejat era siempre una bebida típica del almuerzo valenciano, como puede ser ahora el cremaet. En algunas zonas de la Comunitat y España, incluso, una manera de hacer frente al frío.
En Cataluña existen versiones de esta bebida. Una localidad muy representativa de esta tradición es Berga, donde la llamada barreja se comercializa incluso a través de una destilería local con una base muy parecida a la valenciana: moscatel y anís. Se le conoce como la versión «A la Patum de Berga«.
Pero, sin duda, lo mejor de esta bebida es ver los vídeos que le dedican. Como nos dejan sin palabras, hasta aquí llegamos. Pero recuerda, la próxima vez pide uno al ritmo de barre, barre, barrejat.
Foto de portada: @carlosbanion