La Policía Local de Valencia ha propuesto eliminar la fase semafórica ámbar en los giros de las grandes vías para reducir «hasta un 70%» los accidentes de tráfico en esos puntos.
Esta es una de las medidas que la Concejalía de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de Valencia está dispuesta a estudiar tras el estudio presentado por la división de Seguridad Vial de la Policía Local de Valencia.
Además, desde la concejalía, contemplan hacer del casco un elemento obligatorio para todos los conductores de patinetes eléctricos (VMP), así como un curso de formación. «Es importante porque muchos usuarios no tienen ningún carnet y circulan por las vías sin ningún conocimiento previo«, ha señalado Aarón Cano, concejal del área.
En 2022 ha habido 7.448 siniestros, un 4% menos que en el 2019, en el que se produjeron 7.623.
El estudio recoge un mapa con las zonas de mayor siniestralidad de la ciudad que demuestra «que las zonas de mayor siniestralidad se ubican en la periferia, y especialmente en las grandes vías y en las rondas» ha indicado Cano.
Entre estas zonas destacan Menorca con Baleares y Peset Aleixandre con el Camino de Moncada. Además, el estudio señala a la Avenida Blasco Ibáñez como el punto más complicado de la ciudad para la seguridad vial, ya que en ella se han producido 89 heridos leves, 90 graves, 11 muy graves y 2 fallecidos.
Entre los puntos de mayor siniestralidad de patinetes están Guillén de Castro, Plaza de Saragossa con Avenida de Aragó, Paseo de la Albereda y Blasco Ibáñez.
El principal motivo de accidente de tráfico es la distracción, muy ligada al uso del móvil, que está detrás de 157 siniestros, seguido de la velocidad, los giros incorrectos y la invasión de la calzada por parte del peatón.