Una semana ha durado la experiencia de los patinetes eléctricos Lime en Valencia. A primera hora de la tarde el ayuntamiento de la ciudad ha decidido que pedirá la retirada de la calzada de los vehículos hasta que obtenga un permiso municipal y pague las tasas de ocupación de la vía pública.
Actualmente la ciudad de València carece de normativa que regule el uso de estos dispositivos, pero el consistorio se compromete a tener lista una ordenanza en 15 días, según adelanta Levante-EMV tras la reunión entre las concejalías de Protección Ciudadana, Ocupacion de Vía Pública y Movilidad.
Hasta 250 aparatos de este tipo se pueden encontrar ahora mismo por Valencia. Si Lime no los retira, desde el ayuntamiento advierten que podría actuar la Policía Local.
Cuando la ordenanza esté aprobada, Lime podrá volver a operar tras haber obtenido un permiso.
Foto: Comunica Valencia