El futuro de la Torre Miramar cada vez está más ligado a la escalada y a los deportes urbanos. Tras varios años de abandono y constante deterioro, parece que el exterior de la Torre Miramar se transformará en un rocódromo, mientras que toda la zona adyacente se utilizará para practicar deportes urbanos como parkour, calistenia o skate.
Este jueves la Junta de Gobierno Municipal ha aprobado, a propuesta de alcaldía, solicitar al Ministerio de Transportes y a la demarcación de carreteras del Estado en la Comunitat Valenciana, propietaria de la rotonda, la adecuación del conjunto ornamental de la Torre Miramar. Según ha avanzado el vicealcalde, Sergi Campillo, “es una rotonda muy famosa, que se hizo hace ya algunos años y que costó decenas de millones de euros, fue una obra muy importante y muy cara y que dio problemas prácticamente desde el principio”.
El alcalde, Joan Ribó, ha anunciado que se está avanzando en este proyecto que tratará de dar vida a los más de 7.000 metros cuadrados de esta gigantesca y millonaria rotonda.
Según adelantaba la Cadena Ser, en los próximos meses se van a realizar las primeras obras para cerrar los pasos inferiores de peatones y adecuar los pasos superiores. Tras estos primeros trabajos «de emergencia» se comenzará con la creación del mencionado espacio deportivo, y para ello el propio Ribó adelantó que ya se está avanzando en un convenio de colaboración con la Federación Española de Montañismo y Escalada.