Hola, amantes de todo lo que esté rico y fresquito. Como buenos valencianos, una gran parte de vosotros –no diremos todos porque siempre hay quien (¡DISIDENTE!) difiere– ama la horchata sobre todas las cosas a la hora de refrescarse.
Eso sí, ¿vale cualquier horchata? Es una pregunta para la que hay una respuesta muy clara: ¡NO! Las horchatas de bote no siempre son buenas, hay que saber muy bien cuál comprar. Y las de horchatería están buenas si sabes dónde ir a tomarla.
Sin embargo, y en esto coincidiremos todos, la mejor es la que se hace en casa. Más natural y sana que esa no hay ninguna, y si se tiene buena mano tampoco habrá una mejor en cuanto a calidad. Y te la puedes hacer al gusto, que no a todo el mundo le gusta igual.
Pero… ¿sabes hacer horchata? Porque tal vez sepas que se hace con chufa y punto. Para sacar la duda de tu cabeza, vamos a explicar cómo hacer una buena horchata de chufa, natural y casera.
Ingredientes para un litro
- Chufa seca: 250g
- Agua: 1l
- Azúcar: 125g
- Canela y/o limón, al gusto
Cómo hacer la horchata
En primer lugar, lavamos las chufas a conciencia. El Consejo Regulador Denominación de Origen Chufa de Valencia recomienda hacer una selección de las mejores sumergiéndolas en agua con sal: las que estén en peores condiciones flotan, así que esas se quitan. El resto las lavas bien para quitarles todo el agua con sal posibles y las pones en remojo.
Lo normal es que estén unas 24 horas, hasta que se hinchen y pierdan la rugosidad de la piel. Es bueno cambiar el agua alguna que otra vez para que además eliminemos el máximo número de impurezas.
Entonces procedemos a molerlas, agregando un poco de agua. Podemos hacerlo mismamente en una batidora (no es recomendable usar una termomix). Es el momento también de agregar el limón o la canela.
Entonces queda una pasta que tendremos que tamizar o colar. Para eso, al ponerla sobre el colador, apretamos con fuerza con algún objeto contundente (un mortero, por ejemplo) para extraer el máximo de la leche de chufa.
Tiramos ya esa pasta que queda en el colador y nos quedamos con el líquido, al que le echamos el azúcar y lo que queda del agua. Batimos todo junto y, cuando no queden nada sólido, lo metemos en la nevera una hora o dos. ¡Ya tenemos nuestra horchata casera!
Hay que bebérsela pronto, porque se decanta con rapidez. Algunos prefieren cambiar algo de agua por hielo para tenerla más fresquita y poder tomarla en el acto. No diremos que es mala idea. Así solo te faltarán los fartons.