Almorzar en Valencia es sagrado. Y leerse nuestra guía sobre el esmorzar, todavía más.
Si almorzar fuese una religión, seguro que tendría sus 3 lugares sagrados. El Pastoret de Nàquera, Casa Cent Duros o Bar L’Institut serían lo que al islam La Meca, Medina y Jerusalén. Y es que los tres son espacios de culto del esmorzar valenciano con mayúsculas, donde calidad y cantidad se sirven a partes iguales. Pero si de lo que se trata es de poner los dientes largos y abrir el apetito, nadie supera al bar más famoso de Riba-roja.
Almorzar en Bar L’Institut (carrer Primer de Maig, s/n) es un ritual válido para cualquier día de la semana, pero tienes que saber que hay un día de peregrinación marcado en el calendario: los sábados. No solo por la afluencia de público (que es considerable), sino por cómo este espacio se transforma para la cita.
El mostrador y varias mesas auxiliares se llenan de raciones dispuestas en cazuelas de barro, fuentes y platos que rebosan. Como en la carnicería, uno observa el género y decide cómo va a embutir su bocadillo. Hay literalmente de todo, como muestra la fotografía.
Del plato al bocata solo hay un paso: pedirlo. Y por el camino, la calidad se mantiene intacta. Aquí puedes hacer auténticas combinaciones explosivas con huevo, patatas, longaniza, tomate y todo lo que se te ocurra Mientras el bocadillo y tu cuenta den de sí, no hay problema.
Este bar de Riba-roja solo monta este espectáculo visual los sábados, pero el resto de la semana no significa que vayas a almorzar peor. La materia prima siempre es la misma, con un pan de horno tradicional, y una picaeta compuesta por cacaos, aceitunas y guindillas.
Según tu valentía, puedes vértelas con un almuerzo XXL por 7,5 euros, o rebajar el listón a un almuerzo entero (5 euros) o medio (4,5 euros). ¿De verdad que todavía no tienes plan para este sábado?
Consulta aquí nuestra guía del esmorzaret valenciano
Foto de portada: @bar_linstitut_ribarroja (Instagram)