Llega un momento en tu vida en el que pasas por delante de un instituto y ves a los muchachuelos hacer esas cosas que antes hacías tú… Y de repente te llega a la cabeza la frase: “Dios, qué pereza volver a tener 15 años.” ¿Por qué no quieres volver atrás? Antes lo disfrutabas todo mucho más, te hacía ilusión cualquier cosa y quedarte a dormir en casa de un amig@ podía ser la mayor aventura del año. ¿Sabes por qué no quieres? Porque eres un maldito Viejoven. Aquí te explicamos tu tránsito a la temida vida adulta, en la que, querid@ amig@, sentimos comunicarte que ya te has instalado.
1. Fiesta
Estabas deseando que llegara el finde para poder desfasar “agustamente”. No entraba en tu cabeza volverte antes de ver los rayos del sol, y tenías un súper estómago preparado para cualquier clase de chupitos. Ahora lo que te parece un desfase es volverte más tarde de las 3:00, y eso de ir andando a casa… ¿Por qué no llamamos un taxi?
2. Ropa
Cuando ves tus fotos del pasado piensas “madre mía, ¿en qué momento decidí que los pantalones bajos me quedaban bien?” Tod@s lo hemos pensado. Te pasaste la juventud viendo calzoncillos de chicos y riñones al aire de chicas. Pero ya eres viejoven y ahora te da vergüenza entrar al Bershka: te sientes madre/padre de tod@s l@s allí presentes y lo has pasado realmente mal intentando probarte esos pantalones-leggins equiparables a unas medias de compresión.
3. Parque
Antes te pasabas las horas muertas y compartías la litrona con todo el que pasaba. Todavía no sabes cómo no te pillaste una mononucleosis, y aguantabas estoicamente el frío invernal rodead@ de árboles. Ahora cuando ves grupitos sentados en el banco, los miras con cara tierna, cual abuel@ mirando su descendencia.
4. Dentista
Antes ibas castañeteando los dientes por miedo a la barbaridad que ese día te haría el señor dentista. Ahora el pánico te lo da la factura. Un viejoven se preocupa por la estética y por el bolsillo.
5. Planes
Te apuntabas a lo que te echaran. Los botellones no tenían fin y te has hecho los 200 metros lisos a la velocidad de la luz a la primera visión de un coche de policía. Ahora la sola frase “vamos a beber en la calle” te da tanta pereza que decides acostarte.
6. Beber
Te sabías todas las marcas de alcohol barato del Mercadona; eras experto en hacer calimocho y sabías darle ese toque al Agua de Valencia con el que todos tus amigos terminaban por los suelos a la segunda copa. Ahora tu mayor deseo es tomarte un buen copazo de la ginebra de moda, sentadit@ en algún “Gastrobar” viendo pasar a la gente. La versión moderna/hipster de la abuela tomando el fresco.
7. Música
Te sabías de memoria todo el repertorio de Los 40 (aunque tampoco era muy difícil) y sólo podías bailar a ritmo de reggaeton. Ahora eres capaz de escuchar durante 30 minutos seguidos RN3 y te sangran las orejas cuando oyes algo de Don Omar (aunque sigues sabiendo bailarlo, los movimientos “reguetoneros” se guardan en tu cerebro como la tabla del 2).
8. Domingo
Antes cualquier excusa era buena para salir de casa en el día del Señor. Ahora has decidido que te lo pasas mucho mejor entre las cuatro paredes de tu habitación, con una peli, el pijama de la noche anterior y, si el frío empieza a hacer de las suyas, tampoco queda de más ponerse una bata de cuadros.