Seguro que te has convertido en una de estas personas alguna vez.
Todo el que ha vivido en el extranjero sabe que – tarde o temprano – acabará rodeado de españoles en algún momento. Lo que es menos común es que esos españoles sean valencianos. Pero cuando lo son, la satisfacción es doble. Sobre todo por el placer de hablar un particular castellano o no tener que explicar palabras como «coentor«. Y también es normal que, al estar en otro contexto totalmente distinto, se acentúen nuestros rasgos más particulares.
De estas experiencias fuera de la terreta podemos extraer 6 verdaderos personajes que llevan escrito el nombre de Valencia en la cara.
El que vive Las Fallas como un drama
También lo podríamos definir como el Julio Tormo del grupo. Esa persona que es capaz de ver la cremà desde móvil mientras llora de emoción y cantará «Valencia, en fallas» durante una semana (mañana, tarde y noche). Si no le miraran raro, se pondría blusón y pañuelo fallero.
El que de repente se pone a hablar valenciano
No ha hablado valenciano en su vida, pero cuando le pregunten por Valencia dirá que esta es la millor terreta del món. Tal cual. También, no dudará en utilizar expresiones como Au, nano, anem o xé que bó aunque el resto no le entienda.
El de la cassalla
Hay quien no olvida su ordenador, un botiquín con medicinas y los hay como este personaje que siempre lleva consigo una botella de cassalla. Los chupitos de otros países le saben a poco y que no haya un esmorzar com Déu mana le trastoca los planes. No tienen cómo los bocadillos son algo muy nuestro.
El gastrónomo
Además de criticar toda paella extranjera, intentará explicar en otro idioma lo que es un «café o bombón del tiempo», hablará siempre del allioli de su abuela y se empeñará en cocinar platos valencianos con ingredientes de otro país. También adorará la horchata por encima de todo. Vive con la esperanza de que un día le toque cocinar paella y así sacar el sobre de Carmencita que se llevó al dejar Valencia.
El del poble
Durante una semana esta persona vivirá enganchada al móvil para seguir las fiestas de su pueblo. Es de los que se coge una buena plorera por estar lejos de sus amigos. Y es que es el típico personaje que cierra las fiestas de su pueblo, aquel que se le pone la mano como la de un Playmobil de tanto cubata.
El distancias
Soltará frases como «en Valencia todo está más cerca» y en cualquier salida comparará distancias entre la ciudad en la que esté y el cap i casal. Más de 20 minutos a pie le parecerán un mundo y no desaprovechará ninguna oportunidad para recordaros cuánto de menos echa a su coche.
Foto de portada: Matheus Ferrero