La Zona de Bajas Emisiones, que se prevé que entre en vigor a partir de finales de 2023, determinará los vehículos que podrán entrar en ciertas áreas de Valencia según su antigüedad y su carácter contaminante. Quedarán clasificados en tres grandes listas en función de estos aspectos: una blanca, una gris y una negra. No obstante, las características específicas de los vehículos autorizados o vetados se reflejarán en una ordenanza municipal futura.
A la primera de las listas mencionadas pertenecerán aquellos que sí podrán circular por la ciudad, los que la Dirección General de Tráfico estime que son los menos contaminantes. Entre ellos estarán los híbridos, eléctricos y también aquellos que, aunque sean de gasolina, hayan sido recientemente fabricados. Por su parte, serán los vehículos más antiguos y con motor diésel los que, debido a su mayor contribución a la emisión de CO2, reciban el etiquetaje gris. Les quedará prohibida la movilidad por el casco urbano y serán penalizados en caso de incumplimiento.
Finalmente, la lista de los clasificados como negros la integrarán vehículos que supongan un riesgo por motivos de seguridad, tales como los que figuren como utilizados en algún delito e incluso robados. La finalidad de esta última categoría es la implementación de un mecanismo de alertas al nuevo sistema de gestión de tráfico. Mediante este, la Policía Local será avisada de forma inmediata cuando uno de estos vehículos entre en la ciudad.
Cinco áreas básicas
Tal y como adelantó Levante-EMV, la ciudad contará con cinco áreas básicas: Área Norte 1, Área Norte 2, Área Central, Área Sur 1 y Área Sur 2. Aunque todavía se desconoce su delimitación geográfica definitiva, estarán divididas en norte y sur por el antiguo cauce del Túria.
Los 93 Puntos de Control de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) registrarán las infracciones cometidas por los vehículos que integren la lista gris, que se actualizará cada día con las bases de datos de la Dirección General de Tráfico. Para ello, contarán con 274 cámaras que cotejarán las matrículas.
La instauración de la Zona de Bajas Emisiones surge como respuesta a la Ley 7/2021 del Ministerio de Cambio Climático y Transición Energética. Por medio de esta, los municipios que superen los 50.000 habitantes, entre los que se incluye Valencia, quedan obligados a restringir el tráfico contaminante antes de que finalice el próximo 2023.