Me levanté ese día sin saber muy bien qué iba a pasar. Preparé mi colacao mañanero (curiosamente, en casa lo prefiero al café) y unas tostadas con aceite y me dispuse a encender mi ordenador para leer la prensa. Entonces, sonó la puerta. Inesperado, no suelo recibir visitas improvisadas. De hecho, no las recibo en absoluto: el que viene a mi casa viene por invitación o porque estamos cerca y decidimos entrar. Pero nadie viene a sorprenderme.
Salvo esta vez. Una persona vino, y me dio un regalo de lo más excitante. Un viaje a lo desconocido, a perderme en algún paraje inexplorado. Pero no sabía adónde me llevarían esos pasos. Una experiencia nueva, una maleta de incógnitas.
Abrí la misteriosa caja, esa extraña maleta. ¿Qué traería? Me sorprendí porque había de todo: camisas hawaianas, botas de alpinismo, vaqueros, una tienda de campaña… era literalmente una maleta para no saber adónde ir.
Miré nuevamente el regalo. Había algo más. Una especie de mapa del tesoro, unas indicaciones. “Genial”, pensé. Siempre me han gustado las historias de piratas, fui muy fan de Stevenson y Salgari en mi infancia. Encontrar a alguien perdido, resolver un misterio o encontrarme inmerso en cualquiera de esas mil historias que leí ha sido un pequeño sueño que he tenido desde niño. Nunca ha desaparecido.
¿Adónde me llevaría esa caja misteriosa que me sacaría de mi minipiso en Russafa? La abrí, y metí la cabeza. Mundos y mundos se abrieron ante mí. Ciudades, personas, secretos, historias. Todo. Y cuando volví, volví a la realidad. ¿Volvería a vivir una experiencia así? No parecía posible.
Un mes después, recibí otra visita inesperada. Me abalancé sobre la puerta y, de nuevo, esa persona con una caja de regalo. Temblores de nerviosismo, porque Bookish volvía a regalarme esa experiencia de extraviarme sin tener que moverme del sofá de mi casa o de mi cafetería favorita. Volví a viajar entre las páginas de un libro, una aventura que empezó precisamente aquí. ¿Quieres vivir tú lo mismo? Recuerda que tienes hasta el día 2 de mayo (incluido) para entrar en el envío del Bookish de mayo.
Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.