El viernes 12 de mayo se aprobó un decreto por el cual la primera lengua a hablar en instituciones y empresas públicas será el valenciano. El pleno del Consell aprobó esto para “garantizar los derechos lingüísticos de los ciudadanos”.
El decreto entrará en vigor a los seis meses de su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGV) y reafirma que el valenciano es la lengua propia de la Administración de la Generalitat, sin que ello suponga ninguna limitación respecto de la otra lengua oficial.
¿En qué puede afectar esto además de en la misma atención al cliente –que se hará en primer lugar en la lengua autócton–)? Pues por ejemplo en que las actuaciones administrativas se harán en esta lengua. Igualmente pasará con el material de ofimática y el software creado por la administración.
El valenciano, en Valencia y aledaños
Ojo, mientras que los textos sean redactados para fuera de la Comunitat los textos irán escritos en castellano. Excepto si las comunidades a las que se dirigen pertenecen al mismo ámbito lingüístico (deducimos que se refieren a Cataluña y Baleares), en cuyo caso seguirán estando en valenciano.
En lo que toca a Internet, intranet y redes sociales, los contenidos de la Administración se podrán consultar, por lo menos, en los dos idiomas oficiales. Estudios, proyectos y escrituras públicas otorgadas por la administración también se harán en valenciano, salvo que la otra parte solicite que se haga en español.
Y finalmente, en las intervenciones de carácter público también se intentará que predomine el valenciano sobre el español, de la misma forma que suele ocurrir ya en otras comunidades con dos lenguas cooficiales.