El núcleo de la judería se encontraba entre la actual plaza de la Reina y la Glorieta.
A espaldas de la plaza de la Reina, desde el siglo XIII, se levantaba en Valencia una judería hoy ya casi irreconocible. Recorrer la calle del Mar en 1240 era pasear por pleno call, el barrio judío de la Valencia de Jaime I. Esta calle era la artería principal del barrio en la que desembocaban los baños judíos, la sinagoga mayor o la carnicería, entre otros puntos de referencia.
Hoy solo hay un pequeño reducto de aquella época concentrado entre el Palacio de los Valeriola y San Juan del Hospital, como recoge una investigación de La Valencia Insólita. Las calles de aquella judería se esconde en un patio interior privado en ruinas. Una joya arquitectónica a la que no se le ha dado el valor suficiente durante los últimos siglos.
Durante su época de esplendor, sobre 1390, el distrito se ampliaba hasta la altura de lo que actualmente es la calle Pintor Sorolla y La Nau, y se encontraba rodeado de una muralla de protección. De hecho, la zona de la Universidad, en las proximidades de la plaza Margarita de Valdaura, albergaba el zoco (suk), la parte más transitada y comercial del barrio hebreo.
Este era un espacio dedicado a la artesanía, al comercio de artículos de lujo y el préstamo. «En el zoco trabajaban las personas dedicadas a la artesanía, como los artesanos dedicados a zapatería y textil (sastres, tejedores, tintoreros), metal, orfebrería y tiendas que a menudo se daban en alquiler», recoge la página Guía Valencia Cultural.
Una expansión que fue efímera, ya que apenas duró un año. El auge del antijudaísmo en la península a partir 1371 se materializó en el asalto a la judería de Valencia en julio de 1391. La ciudad se encontraba sumida en un clima de confrontación interno en la Corona de Aragón con bandos de inquisidores y herejes y este suceso desplazó progresivamente a los judíos hacia Sagunto, donde se establecería otra judería a lo largo de los años.
Desde ese asalto, las cosas en Valencia no volvieron a ser lo mismo para los judíos. Su barrio centenario fue perdiendo protagonismo, nuevos artes y construcciones comenzaron a ganarle terreno y desapareció sobre los siglos XV y XVI. La ciudad se quedó huérfana, sin uno de los barrios culturales más importantes de su historia.
Fuentes: guiavalenciacultural / Valencia Insólita / El País / Rafael Narbona (UV)
Foto de portada: La Valencia Insólita