Es la segunda ciudad con mayor consumo en España después de Barcelona.
¿Hasta qué punto pueden las aguas residuales de una ciudad revelar hechos y datos ocultos? En Valencia últimamente hemos visto cómo un kilométrico atasco de toallitas húmedas ha colapsado los colectores de la ciudad. ¿Son los valencianos gente con la manía de tenerlo más limpio que el resto de España? Podría ser.
Estas aguas también muestran ahora que Valencia es una de las ciudades españolas que registró entre 2015 y 2017 mayores niveles de cocaína en sus desagües que otras ciudades europeas y junto con Barcelona, Castellón y Santiago de Compostela.
Aunque no llega al nivel de Barcelona que lidera el ránking en el consumo de esta droga (965,2 miligramos por cada 1.000 personas al día), la capital del Túria ocupa el puesto número 15 en la lista europea con 425,8 miligramos, según este estudio elaborado por el grupo europeo Score con la colaboración del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (EMCDDA). Y 7 puestos por debajo está Castellón con 319,5 miligramos.
España ocupa así el cuarto puesto en el ranking de popularidad de cannabis y cocaína, por detrás de Reino Unido, Dinamarca y Países Bajos. La cocaína es la droga ilegal más consumida: en torno a 2,3 millones de europeos de entre 15 y 34 años han consumido esta sustancia durante 2017.
Pero esto de las drogas va por barrios. O latitudes. Mientras en España puede alarmar el consumo de este polvo blanco, en otras regiones europeas las aguas presentan mayores contenidos de MDMA/éxtasis, cannabis y anfetaminas.