
La plaza del Pintor Segrelles es desde hoy pionera en Valencia por una actuación del ayuntamiento que ha permitido recuperar 1.800 m2 para los peatones y combatir el llamado efecto «isla de calor». Este espacio, situado frente a la emblemática Finca Roja, estrena un pavimiento de color crema que reduce hasta 10 grados la temperatura respecto al asfalto negro tradicional.
Este efecto es un fenómeno conocido en las grandes ciudades cuando estas experimentan temperaturas más altas que otras zonas de sus alrededores. El asfalto negro y el tráfico son dos de los principales causantes de este fenómeno.
Este pavimiento ecológico se combina con una mayor cesión de espacio al peatón, ya que los límites de la plaza se han ampliado y un mobiliario urbano que ha sido cedido por La Marina de Valencia. Esto ha permitido dejar el coste total de las obras en 40.000 euros, según ha explicado Sandra Gómez, vicealcaldesa y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana.