Una clínica ocupará en poco tiempo el espacio que durante 26 años acogió a la emblemática discoteca Woody hasta su cierre en 2007. Así lo han hecho saber los vecinos del barrio en redes sociales, después de que esta semana comenzaran la obras en el local, empezando por sacar los restos del mobiliario que aún quedaba en el interior.
Fue la noche del viernes 5 de enero de 2007 el primer y último intento frustrado de abrir. Aunque el cierre estaba ya zanajado desde que el 11 de mayo de 2006 una sentencia judicial obligara al Ayuntamiento de Rita Barberá a declarar los alrededores de la discoteca como Zona Acústica Saturada (ZAS).
La discoteca, bautizada en honor al cineasta norteamericano Woody Allen, fue referente de ocio para varias generaciones de valencianos que se repartían entre sus sesiones de tarde y noche.
A finales de 2007 se intentó reformular el negocio a través del nombre Café París, que abría jueves, viernes y sábados. Luego pasaría a ser sala de conciertos con aforo limitado a 700 personas apostando por el pop, el rock y la música mestiza, aunque la aventura no llegaría a durar mucho tampoco.
Luego vendría el intento de prostíbulo y posteriormente el club para fumadores de cannabis, que llegó a contar con 3.000 socios y no exento tampoco de polémica. Sería cerrado definitivamente en 2016.