La figura de un obispo decapitado en uno de los muros exteriores de la iglesia sorprende todo el que la visita.
La iglesia de Santa Catalina y su torre son probablemente dos de los monumentos más fotografiados de Valencia. Se levantó en el barrio de La Seu, en la actual plaza Lope de Vega, sobre una mezquita anterior y a sus pies alberga todo tipo de comercios y restaurantes transitados a diarios por locales y turistas.
Sin embargo, una de las cosas que más llama la atención de quienes la visitan es su fachada exterior. No es fácil darse cuenta a simple vista, pero los muros tapiados que dan a la plaza Lope de Vega se cerraron con restos de piezas góticas de la iglesia, rotas en mil pedazos, entre las que se encuentra la cabeza de un obispo.
La razón de por qué está ese obispo de piedra ahí se remonta a 1740. Por aquel entonces, el arquitecto Rubio Mulet llevo acabo una renovación completa de la iglesia y en la que se decidió cerrar las capillas sepulcrales que daban a esa parte de la plaza. Y para llevarlo a cabo, se optó por formar un revoltijo de piezas góticas de la iglesia de las que querían deshacerse y escombros. Entre ellas, cayó la figura de este obispo.
¿Quién es? No se sabe, pero esta casualidad hizo que su cara pasase a formar parte de la entrañable lista de curiosidades de nuestra ciudad.
Foto de portada: Bitácora de Juancar
Otras fuentes: Callejando por Valencia / Asís Pérez