La tapa es uno de nuestros patrimonios más queridos, tanto de puertas para afuera como hacia dentro. El binomio de bebida y tapa es algo que veneramos independientemente de la comunidad autónoma de la que provengamos, pero cada cual tiene sus indispensables.
El «abc» de la comida en miniatura cambia dependiendo de la localización de la barra del bar, y es que la oferta gastronómica no será igual en Valencia que en Sevilla, y por lo tanto tampoco lo serán sus tapas más genuinas. Esta correlación entre CCAA y sus tapas más típicas puede llegar a ser todo un berenjenal, y en él precisamente se ha metido el atlas gastronómico TasteATlas, con una infografía que ilustra esta conexión.
Los resultados son, cuanto menos, cuestionables y el claro ejemplo de ello lo encontramos en la Comunitat Valenciana. Las tapas más típicas que tenemos son el esgarraet, y al que denominan «tocino envuelto fechas». ¿En qué? Sí, en fechas. De repente pasamos de gastronomía a programar nuestras vacaciones, curioso.
Que el esgarraet sea seleccionado como una de las 2 tapas más típicas puede generar debate, pero al menos existe, con lo cual no está mal. Sin embargo el interesante caso del «tocino envuelto fechas» es digno de análisis.
Hablamos de las clásicas «delicias de Elche», o dicho de otro modo, dátiles envueltos en bacon. Aquí empieza el lío, y es que desde el prisma foráneo de este atlas gastronómico han tratado de descifrar lo que eran estas delicias, y para ello han decidido usar, por lo que parece, Google Translator.
¿Qué será dátil? Voy a ponerlo en Google Translator a ver qué me cuenta. ¿Resultado?
«Date» significa fecha en inglés, por lo que esta suposición gana enteros a la hora de descifrar de donde sale el Frankenstein gastronómico denominado «tocino envuelto fechas».
Independientemente de su procedencia, este análisis no parece demasiado riguroso o, al menos, da la sensación de que no cuadra con los años de experiencia de los españoles acodados en barras o sentados en sillas metálicas a la sombra de una terracita.
Sin embargo, resulta curioso mirar nuestro país a través de ojos foráneos y, por supuesto, siempre es divertido entrar al trapo en el debate de asuntos patrios como estos.
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