¿A ti también te han regalado alguna barbaridad? Pues ya somos dos. Auténticas mierdas con las que no sabes qué hacer: ¿la pongo en el salón? ¿en mi dormitorio? ¿la tiro al suelo a ver si se rompe? Todo indecisiones. Lo mejor que te puede pasar es que el regalito en cuestión sea pequeño y lo puedas meter en un cajón sin que te obligue a tirar alguna ropa interior.
1. Bote con arena/conchas de la playa
Todo un detalle sin duda. Sobre todo para el que te lo ha hecho, porque no hay nada más barato que regalar lo que te encuentras en el suelo. Bueno, no te lo tomes a mal; ha querido ser original/hippy. A no ser que te dé las conchas sin un lavado profundo… Olerán a pescado a lo máximo en dos días, y que te atufen la casa no se perdona.
2. Estuve en Benidorm y me acordé de ti
¡Pues muchas gracias hombre! Todo un detalle que me tuvieras en cuenta en tus vacaciones, pero con que me hubieras mandado un whatsapp me habría bastado.
3. Flamenca-imán de nevera
Y ahí llega tu amigo escocés enseñándote muy orgulloso el imán-flamenca que se ha comprado en su reciente viaje a España:
– Mira! Lo compré en tu país!
– ¡Anda! ¿Dónde estuviste?
– En Galicia
Really? Cuando los extranjeros se enteren de que las sevillanas solo son típicas de una zona, tendrán una decepción equivalente a tu descubrimiento sobre la autenticidad de los Reyes Magos.
4. Alcohol de la zona
Un buen regalo, sí señor. Útil, siempre gusta y sabes que lo vas a usar sí o sí. La única pega que le ponemos es que puede que la persona “regaladora” no esté muy puesta en el tema y te traiga de México un José Cuervo, el mismo que puedes comprarte en el Alcampo.
5. Bota de vino recuerdo de Valdepeñas
Aunque puede que no te convenza al principio, te aseguramos que es de los mejores regalos que te pueden hacer. Un recipiente creado para el vino, que puedes llevarte a todas partes y rellenarlo de lo que te dé la gana (aunque intenta mantener las tradiciones que a lo mejor con el ron-limón se estropea la piel de dentro). Es un artículo con tanta solera, que puedes convertirlo en una nueva moda hipster.
6. Souvenir real
Sentimos mucho si tú fuiste uno de los desgraciados a los que les tocó poner cara de circunstancia cuando apareció tu tía de su viaje a Londres y te trajo una taza de té con las caritas sonrientes de Kate y William. Si te iba a traer algo con el jeto de los príncipes, por lo menos podría haber sido una caja de galletas (aunque también puedes dar gracias de que no fuera un dedal, que también los hay).
7. Platos en relieve
Aquí no podemos decirte nada, solo apiadarnos de ti si alguien decidió que sería buena idea regalarte un plato en 3D. Después de mucho tiempo preocupándote por la armonía de la decoración de tu casa, tu abuela te mirará mal si no pones en el salón ese platito tan majo que te ha traído de la catedral de Burgos. Y sí, hay algo de ese cuadro que te dará aún más miedo: las sombras que proyecte la maldita catedral cuando bajes la luz. Qué maja tu abuela.