No hay peor despertar que el de una señora resaca.
Anoche te pasaste y lo sabes. Esta mañana te has acordado de la que liaste y piensas eso de «Tierra, trágame». Pero, mira, que te quiten lo bailao. Lo diste todo, te lo pasaste bien y, aunque ahora es tu cuerpo el que se acuerda, esa fiesta la volverás a recordar dentro de un tiempo seguro.
Mientras lees esto (posiblemente tumbado en el sofá con una señora resaca), buscas respuesta a todos tus males. ¿Qué hago?, te preguntas. Estoy hecha un trapo. También te habrás dicho a ti mismo lo de «la próxima vez no bebo (o no bebo tanto)«. No busques pócimas mágicas porque no las hay, pero lo que sí puedes encontrar son remedios y cosas que te harán mejorar aunque sea un poquito.
Brunch
No hay nada que no arregle un buen desayuno y si es un brunch, mejor todavía. Con una buena dosis de calorías empezarás a recuperarte de la resaca. Puedes optar por los huevos benedictinos, las tortitas y los zumos naturales.Depende del sitio al que vayas, claro.
Hidratación
¿Hemos empezado muy fuerte? Bueno, pues este remedio es más sencillo. Deberías haber alternado las copas con vasos de agua. Ahora sigue dándole a la botella ¡de agua! y prepárate un té rojo. Olvida la cafeína porque puede incrementar la deshidratación.
Cerveza
Hay gente (verídico) que dice que tomarse una cerveza el día de después le ayuda a equilibrar la resaca. No sabemos si son seres sobrenaturales o es si es cierto. Lo mejor si no quieres arriesgar es tomar unas vitaminas en forma de bebida isotónica o un zumito de naranja.
Comida de lujo
No hay resaca inhumana que no pueda ser curada con una buenas croquetas, una tortilla de patatas o unas bravas. Otras personas optan por pizza, kebabs y hamburguesas. Nosotros te dejamos elegir y por eso te recomendamos que eches un vistazo a nuestra sección de gastronomía en Valencia.
Spa
La opción más lujosa, quizás. Pero te dejará el cuerpo como nuevo. Si te notas destemplado, el agua caliente es una bendición en ese momento. En Valencia puedes encontrar unas aguas termales, un baño turco o unos chorros para los lumbares te vendrán de maravilla para reponerte de los estragos.
Es un arma de doble filo. Puedes utilizarlo para compartir los mejores momentos de la noche pasada, o para recordar aquel mensaje que no debías mandar y morirte de la vergüenza. Lo mejor es dejarlo aparcado durante unas horas hasta que recuperes la forma. Si no, puedes incluso ponerte de mal humor y soltar cualquier bordería a tus amigos.
Foto de portada: The Spruce