A ver, que sí, que las paellas son la caña y nos podríamos comer siete a la semana, pero la gastronomía valenciana da para mucho más. Y los dulces son otra de nuestras especialidades. Ahora que se acerca la Semana Santa, hay una serie de pasteles y tartas que no podemos pasar sin probar.
Arnadí
Este dulce proviene de la época mozárabe y se dice que es uno de los más antiguos de nuestra tierra. Se hace principalmente con calabaza y azúcar, y se le puede añadir boniato. Suele prepararse con formas artísticas y se decora con almendras peladas. Otros nombres que recibe este dulce son carabassa santa o moniato sant. Todo un placer para los sentidos.
Panquemado
Uno de los dulces más clásicos de nuestra repostería. Lo comemos todo el año, claro que sí, pero es típico de la Semana Santa. Para el que a estas alturas no lo conozca, es un pan dulce y esponjoso por dentro con una corteza muy tostada y oscura, casi quemada (de ahí el nombre). Con un chocolate caliente es la merienda perfecta.
Coca de pasas y nueces
Muy tradicional este dulce, muy común en las meriendas en el cauce del río mientras intentamos volar un cachirulo. Pasas y nueces en un dulce bizcocho. Consejo para darle un sabor más rico: cuando pongas las pasas en remojo usa mistela en vez de agua.
Mona de Pascua
Un nombre que suena a valencianos y no valencianos, la Mona de Pascua se toma el lunes siguiente al Domingo de Ramos. Es tradicional también de casi todas las comunidades fronterizas, como Aragón, Cataluña o incluso el norte de Murcia. Y Baleares, aunque no haya frontera física como tal. Es parecido al roscón de Reyes pero suele llevar anisetes, azúcar humedecido y huevo duro o de chocolate como adornos.
Rollitos de anís y mistela
Un dulce típico de Puçol, esta especie de rosquilla se prepara con su harina, su azúcar y demás y añadiendo un poquito de estas bebidas alcohólicas que le dan un toque de lo más sabroso. A lo mejor alguien objeta, pero en Semana Santa se comen muchísimo.
Coca escudellà
Preparada con calabaza y almendra, esta coca se llama así porque se sirve con cucharón –se escudella, en valenciano– la masa sobre una oblea. Si no tienes obleas puedes usar papel de horno, por ejemplo. Es típica de la Ribera Alta.
Rosegons
De acuerdo que venga de Alicante, pero está tan rico que se ha extendido por toda nuestra comunidad. El rosegó se hace con harina, huevo, azúcar y almendra y es como una barrita de pan endurecida a fuego. Queda muy crujiente y rico, sobre todo si le añadimos un poco de ralladura de limón.