China está más cerca de lo que piensas.
A diferencia de los trenes que a diario arriban a la Estación del Norte, el suyo nunca volvió a emprender el camino de vuelta. Desde hace más de un lustro, la población china se ha establecido entre las pequeñas manzanas que separan la estación de la calle San Vicente convirtiendo esta zona en el pequeño Chinatown de Valencia.
Bailén no es Canal St. en Nueva York, pero la metamorfosis es evidente. Desde el inicio de la crisis en 2007, el mandarín ha ganado posiciones para ser el primer idioma del barrio. Y sin romper la idiosincrasia tradicional del barrio. Mientras cada mes de marzo, entre las calles Pelayo y Convento Jerusalem, se levanta una de las mejores fallas de la ciudad, variedad de negocios chinos se han florecido en el barrio hasta el punto de mimetizarse con la cultura valenciana. El bar Los Caracoles puede dar buena cuenta de ello.
En 2008, después de medio siglo como templo del tapeo en la calle Convento Jerusalén, la propiedad cogía la jubilación. En aquel momento, con el capital chino al alza en busca de negocio, Los Caracoles solo cambió de acento, sin perder su característico estilo. Es el ejemplo más claro de la transformación, pero no el único.
Los bajos que rodean la plaza donde habitualmente se planta el monumento fallero están repletos de locales como supermercados, restaurantes, peluquerías y hasta agencias de viajes. La alimentación juega una importante baza en el desarrollo del barrio, porque es por lo que vienen gran parte de los chinos del área metropolitana y también valencianos en busca de indispensables ingredientes asiáticos.
Si quieres darte un homenaje chino preparado por ti mismo, uno de esos centros de referencia es Hiper Asia. Lo encontrarás pegando con la estación del Norte y tiene cualquier cosa que se te pase por la cabeza.
En cambio, si lo tuyo es que te sirvan la mejor gastronomía local, hay tres opciones que no debes pasar por alto. El street food mandarín lo tienes en Felisano (C/Pelayo, 11) con una carta que incluye los platos diarios más típicos de China a buen precio y con calidad notable.
Si no, Don Pepe (C/Bailén), el bar español reconvertido en restaurante chino, es el rey de los tallarines y fideos en la zona. O quieres tradición china como la Pekín, Min Dou (C/Pelayo, 31) es tu sitio y en el encontrarás -además de auténtica gastronomía- las típicas mesas redondas tan habituales en los restaurantes chinos, ideales para compartir con amigos.
La zona de Convento esconde muchos otros atractivos, como las pequeñas piscifactorías de marisco, las tiendas de informática o hasta imprentas y agencia especializadas en el marketing de los negocios chinos. Para descubrirlo, lo mejor es caminar sin rumbo por este conjunto de calles paralelas, enterrando mitos y conociendo realidades. ¿Te apuntas?
Foto de portada: Paul Gilmore