Junto a un árbol centenario y escondido entre el antiguo edificio de Las Ánimas y la base del equipo Alinghi se encuentra Quiosco Aduana (Puerto de Valenci, Carrer del Moll de la Duana), un restaurante que es un regalo para los paladares finos del marisco y pescado.
Aunque de lo de «quiosco» hoy queda más bien poco (mantiene su estructura original), este local es toda una institución en el puerto de Valencia. En los años 30 aquí se servían cafés, vinos, licores, agua selz, cerveza y vermut acompañados de una variedad de bocadillos y tapitas. Ahora, se sirven clóchinas al vapor, calamar a la plancha, sardinas ahumadas y una gran variedad de pescados de lonja cocinados con mucho mimo.
El local, en un principio, dirigido a todos los trabajadores del puerto (pescadores, marineros, gente de aduana…) se ha transformado en un punto de encuentro de los amantes del mar. Desde su terraza con vistas a la Marina se disfrutan tapas valencianas como la sepia «bruta» de playa, las tellitas del día o los buñuelos de bacalao.
Casi 100 años después de su apertura y tras varias reformas y cambios sutanciales en el fondo y la forma de Quiosco Aduana, este restaurante sigue siendo una referencia para probar la Valencia que sabe a mar de verdad.