Hablamos con Papu Sebastián, vocalista y compositor de esta banda valenciana que suena en todo el mundo.
Los valencianos Polock están a punto de cumplir 10 años como banda, un tiempo en el que se han postulado como referente de la música indie nacional. Una madurez artística que celebran con una gira de conciertos para presentar su último trabajo, Magnetic Overload. Un tercer disco que significa la continuación del éxito alcanzado con Getting Down From The Trees y Rising Up y que les ha llevado a actuar en ciudades como Washington o Tokio, o ponerle la música a uno de los videojuegos más vendidos: FIFA 15.
Lo suyo también ha sido una vuelta a los orígenes. El primer álbum se produjo en Berlín, pero los dos últimos, íntegramente en Valencia. Una ciudad que acoge su tour de concierto el próximo sábado 18 de noviembre en la sala La3 y con el que esperan revolucionar la puesta en escena mediante un nuevo espectáculo de luces y temas inéditos. En medio de un otoño frenético que les llevará por Alicante, Tarragona y Madrid próximamente, el cantante, guitarrista y compositor de Polock, Papu Sebastián, repasa el pasado, presente y futuro de la banda.
Presentasteis Magnetic Overload en marzo. ¿Cómo ha sido la acogida por parte del público hasta ahora?
La verdad es que está siendo muy buena. En este disco nos hemos centrado en crear una melodía continua y que eso resaltara más en cada una de las canciones. Sin crear tantas capas de sonido distintas en un mismo disco. Y en los directos se está notando, pues la gente está respondiendo de forma diferente. Muchas de las canciones de Rising Up, nuestro anterior disco, son más complejas a la hora de memorizar, de que se te queden en la mente.
Este 2017 cumplís también 10 años como banda. ¿Cómo valoráis vuestra evolución?
Polock ha sido una tercera parte de mi vida. Un periodo en el que hemos crecido mucho como grupo y hemos evolucionado a la vez nuestro sonido. Además, pensamos que cada disco tiene que ser único y no nos gusta repetir. Y podemos decir que, en ese sentido, lo hemos conseguido.
Habéis tocado fuera de España y este últimos disco lo estáis vendiendo también en Estados Unidos y Japón. ¿Veis alguna diferencia entre el público español, estadounidense o japonés?
Sobre todo, con el japonés notamos una diferencia mayor que con el resto. En Japón, la gente es respetuosa, se nota en los silencios entre canción y canción. Acababa un tema, se ponían a aplaudir a tope y en cuanto te acercabas al micro, se creaba un gran silencio en cuestión de segundos. Nos resultaba muy extraño. Muy fuerte.
Dentro de este éxito internacional, ¿qué papel juegan plataformas como Spotify o Deezer con respecto a la clásica venta física del disco?
Spotify es el portal por excelencia. Hoy en día, si no estás ahí es como si no existieras. A no ser que seas un grupo como Radiohead, por ejemplo. Aunque económicamente no reporte mucho, para nosotros es una plataforma esencial. Además de ser una herramienta más de trabajo porque nos permite ver cuántos oyentes mensuales tenemos, de dónde vienen… Nos siguen bastante desde Francia, México y Estados Unidos. A veces tenemos más oyentes en México que en España.
El videojuego FIFA seleccionó vuestra Everlasting, la película A 3 metros sobre el cielo hizo lo mismo con Faster Love y la serie Royal Pains con un tema que se llama Hockney. Registros muy diferentes en los que ha sonado vuestra música. ¿Cómo lo interpretáis?
Para nosotros quiere decir que tu música es global y diversa. Capaz de amoldarse a muchas cosas. En cada disco y en cada tema, no nos gusta repetirnos. Y lo que eso conlleva es que haces cosas muy distintas entre sí. Aunque al final, por la voz y el tipo de melodías, obtengas un sello más personal y reconocible. Son oportunidades que nos parecen geniales y que nuestra música sonase en FIFA fue algo increíble.
En ocasiones habéis valorado la posibilidad de cambiar de residencia e iros de Valencia. ¿Lo seguís manteniendo?
No lo sabemos, realmente. Siempre, con cada disco, hemos intentado grabarlo de una manera diferente y en un sitio distinto. Y es verdad que, a la hora de empezar la promo, sí que nos gustaría salir fuera de España y empezar de cero. Es una idea que siempre tenemos en la cabeza. Pero, al final nos ponemos a grabar las canciones aquí en Valencia, en nuestro estudio, cerca de la playa, donde tenemos todo muy controlado, y se nos hace más cuesta arriba salir fuera. Estamos muy cómodos, aunque es una ciudad que dentro de Europa ofrece menos que otras en términos culturales. Sin embargo, a la hora de encerrarte para crear, Valencia es una ciudad perfecta porque no tienes tantos estímulos y distracciones.
En relación con esto, ¿cómo ves la oferta cultural que ofrece Valencia actualmente?
La verdad es que se están haciendo muchas cosas. No solo en la música, sino también con el cine, la fotografía, el diseño… Pero cada vez vienen menos grupos de fuera. Eso sí que lo he notado.
Hace 10 años recuerdo que la oferta de bandas extranjeras era mayor que ahora. No sé el motivo exacto. No sabría decir si es por el IVA u otro tema. Lo cierto es que cada vez cuesta más costear los gastos de un concierto. A nosotros aquí no nos cuesta conseguir un concierto porque conocemos la ciudad, las salas y nos manejamos bien el sector. Pero para alguien de fuera, puede ser más complicado venir a ciegas.
Y para Polock, ¿es Valencia una ciudad inspiradora?
Por supuesto. He vivido toda mi vida aquí – salvo un breve periodo en Madrid – y la ciudad, sus colores, su temperatura… Todo eso te influye a la hora de crear. Marcan tu carácter y tu visión. Tu manera de entender la música.
¿Asociarías directamente esa influencia a alguna canción de Polock?
No hay ninguna canción que haga referencia directa a Valencia. Sí que los medios ingleses, por ejemplo, al referirse a nosotros, nos definen como «sonido mediterráneo, soleado». Entonces, diría que influye más en cómo respira nuestra música que en cómo lo plasmamos en la letra de las canciones. Everlasting o Fireworks son de esos temas nuestros que se relacionan con este sonido.
Ahora te proponemos tres situaciones y tienes que decir una canción de Polock que iría con cada una de ellas. La primera, un atardecer en la Albufera.
Elegiría Defenceless (del disco Getting Down From The Trees)
¿Una canción para ese momento justo antes de salir de fiesta?
Everlasting (del disco Rising Up)
¿Y una para un día de resaca o un lunes?
Roll the Dice (del disco Magnetic Overload)
Después de Magnetic Overload, ¿algún plan en mente?
Ahora mismo estamos inmersos en los directos y con la idea de crear un nuevo ambiente en directo para el espectador. En breves sí tenemos en mente volver a encerrarnos para componer y crear cosas nuevas. La idea de un nuevo disco siempre está ahí. Pero Magnetic Overload lleva poco tiempo. Es un pensamiento que siempre tengo en mente. Como «¿qué será lo próximo?».