Un lugar con encanto que se extiende por ocho municipios de Castellón.
Si algo nos ha dado el confinamiento es que valoremos aún más el contacto con la naturaleza, los paseos sin rumbo por jardines de la ciudad y ese remanso de paz que proporciona el rodearse de tanto verde.
En la Comunidad Valenciana tenemos varias montañas y entornos naturales que nos proporcionan esa calma, aunque sin duda uno de los más agradables es el Penyagolosa. Se trata de la montaña más alta de la provincia de Castellón, ideal para recorrer la belleza de sus paisajes en bicicleta, a pie o en moto.
Este lugar se extiende a lo largo y ancho de ocho municipios: Atzeneta del Maestrat, Castillo de Villamalefa, Costur, Figueroles, L’Alcora, Les Useres, Llucena/Lucena del Cid y Villahermosa del Río. Todos ellos forman la Associació Intermunicipal de Municipis del Penyagolosa, una agrupación que apuesta por el turismo activo de calidad.
El Penyagolosa ha acogido en sus cimas y faldas a varias generaciones de montañeros, apasionados de la naturaleza, familias y personas que han querido disfrutar de la belleza y desconexión que proporcionan sus rincones.
Cada uno de esos puntos es único, ya que si algo caracteriza el Penyagolosa es la diversidad de su suelo, su orientación y su altitud, que proporcionan una rica y variada vegetación. Por sus caminos encontramos carrascales, avellanares, más de un millar de especies de flora, aves rapaces como el águila e incluso la mayor población valenciana de murciélagos trogloditas. Todo ello, ante la imponente presencia del río Carbo, que protagoniza casi todas las estampas que inmortalizamos a través de la fotografía.
Una de las rutas más populares es Les Useres, un recorrido mágico de fuentes naturales entre paisajes marcados por la peregrinación ancestral. En esa ruta podemos adentrarnos en el Museo de la Peregrinación para conocer utensilios, vestimentas y otros elementos que recrean los lugares más típicos del peregrinaje.
Sin embargo, ese museo no es lo único que podemos visitar a nivel cultural. La oferta es amplia: encontramos la Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora de la Asunción y la Torre Ibérica de Foyos, así como las pintorescas casas blancas que hacen de Villahermosa del Río un pueblo de cuento. También hay un Museo de cerámica de L’Alcora y retablos del siglo XVII, estos últimos albergados en la Iglesia de San Mateo, en Figueroles.
Además del paisaje y la cultura, Penyagolosa se caracteriza también por su gastronomía: es tradición su popular matanza del cerdo, que a día de hoy sigue celebrándose como un ritual en muchos pueblos. Fruto de ella, esta zona se caracteriza por la carne a la brasa, los embutidos y los turrones y mazapanes artesanales, que se elaboran con almendra local marcona.
Ese turismo de calidad impulsado por la Associació Intermunicipal de Municipis del Penyagolosa cuenta con un plan de mejora y promoción a través del Plan de Dinamización y Gobernanza Turística Municipis del Penyagolosa. Un plan que es cofinanciado por Turisme de la Generalitat Valenciana, Patronato Provincial de Turismo de la Diputación de Castellón y la propia asociación.