Que una paella valenciana tarde en hacerse tan solo 18 minutos ya es un logro notable. Y más cuando el resultado, a simple vista, cumple con las expectativas. Como la fabada, las lentejas o las albóndigas, la paella se ha sumado a la socorrida opción de las latas de conservas gracias a una empresa de Catarroja, Devalencia Gourmet Food.
Paellas Artesanas Amparín (así se llama la marca comercial) vende desde 2013 la primera paella valenciana enlatada. El ‘pack’ trae una mezcla con todos los ingredientes ya cocinados en el caldo y preparados para servir junto a un saquito de arroz.
Para prepararlo, se ha de verter el contenido de la lata en la paella o sartén y esperar a que hierva para echar el arroz. A partir de aquí, tan solo serán necesarios 18 minutos para comerse una auténtica paella valenciana.
Entre las versiones de arroz que hay a la venta, encontramos la clásica paella de pollo y conejo (ya lleva hasta la sal, el colorante y el pimentón) y también de marisco o arroz a banda. El objetivo, según sus creadores, es que los clientes se coman una paella como la que se hace en Valencia cada domingo.
Y, sin duda, para más de una persona es una gran salvación porque ahora ya no hay excusas para no cocinar una paella vivas dentro o fuera de la Comunitat. Su formato compacto la hace fácilmente exportable a otros países.
Actualmente esta lata la podemos encontrar en grandes superficies como Carrefour, tiendas de alimentación especializadas y comercios online como Amazon.