El pleno del Ayuntamiento de Valencia aprobó de forma inicial ayer, día 28 de abril, la nueva Ordenanza Municipal de Protección Contra la Contaminación Acústica. Para ello, han contado con la abstención de los grupos de la oposición. El texto, en el que se han incorporado alrededor del 70% de las aportaciones de grupos musicales, se someterá ahora durante un mes a información pública. La conforman un total de seis artículos y un anexo que regulan tanto el ruido en el espacio publico como en interiores.
Tal y como declaró Giuseppe Grezzi, edil de Calidad Acústica y del Aire, se trata de una medida “que permitirá limitar la creación de Zonas de Acumulación Hostelera”. Su implementación tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los vecinos de la ciudad, poniendo el foco en el derecho al descanso.
Las novedades
La nueva normativa incluye una serie de novedades con respecto a la vigente, que data del 2008. Entre ellas está que establece los 30 metros como la distancia mínima entre actividades sin ambientación musical, una medida que afectará a diversos establecimientos de hostelería, tales como los bares. Por su parte, la distancia mínima establecida para las actividades que sí cuenten con dicha ambientación, tales como pubs o discotecas, será de 65 metros.
La ordenanza también regula el ruido en las playas, para las que dispone un capítulo específico, y para los espacios naturales protegidos. Otra de sus novedades es que se regularán los toques de campana, sobre los que hasta ahora había un vacío legal. Para ello se ha dialogado con asociaciones de campaneros, por lo que se compaginará con la preservación del Espacio Sonoro de Importancia Cultural.
Las mencionadas Zonas de Acumulación Hostelera (ZAS), un mapa del ruido y otras medidas urbanísticas y planes de acción se contemplan en el documento como instrumentos de control. También se potencia la labor de la Policía Local en materia de contaminación acústica.