¿Cuántas personas quedan en tu pueblo? Puede ser incluso que ni tengas uno. O has dejado de ir porque si los otros no van, tú tampoco. Los pueblos están desapareciendo en un país que siempre ha visto en ellos más defectos que virtudes. Y el interior de España que todavía es mediático, no lo es ni por su cultura ni por sus problemas demográficos. Es un interior teñido de negro por sucesos.
Nadie ha explicado tan bien la situación que atraviesa el corazón rural de los españoles como Sergio del Molino en La España vacía. Un libro que es historia a la vez que ensayo sobre nuestro país. Por la superficie quedan las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), que ponen datos a la despoblación de las áreas rurales. Y Valencia no escapa de ellas.
Con los datos en la mano diríamos que nadie quiere vivir en Zarra. De 2013 a 2018 esta población ha perdido el 30% de sus habitantes registrados. Hace 5 años había 529 personas empadronadas; hoy, 365. En proporción es la localidad que ha experimentado un mayor decrecimiento demográfico en la provincia de Valencia. Pero no la única.
Entre l'1 de gener de 2017 i l'1 de gener de 2018 296 municipis valencians (54,61%) han perdut #població. En total n'han perdut 8641 habitants en un any #cartography #cartografia #maps #mapes #mapping #population pic.twitter.com/P1q03ca402
— Institut Cartogràfic Valencià (@GVAcartografic) January 15, 2019
Le siguen Calles (-25%), La Granja de la Costera (-22%), Vallanca y Andilla (-20%). ¿Qué tienen en común estas poblaciones? Todas están situadas en el interior de Valencia, alejadas de los principales polos industriales. Esto fuerza a que las generaciones más jóvenes abandonen el pueblo en busca de mejor trabajo y servicio.
Hace un par de días, el propio Institut Cartogràfic Valencià se hacía eco de esta tendencia. En su análisis, que comprende un periodo de tiempo más corto, observamos lo mismo: poco a poco el interior se vacía.
Aunque también se dan casos de gente que vuelve, cansada de la vida en la ciudad, lo habitual es marcharse del pueblo. Y en el fondo, con esa huida, un país pierde una parte de su cultura. Probablemente Zarra, Calles o Andilla estén vacíos en 50 años y los veremos como una reliquia del pasado. Pero son parte de nuestra historia. Visitarlos nunca está de más.
Foto de portada: Habitaclia