Con septiembre empiezan las depresiones posvacacionales. Pensar en el frío que te espera, te amarga el carácter. Odias tener que sujetar el abrigo en la mano cada vez que entras a un sitio o salir a la calle sin paraguas y que la lluvia te sorprenda de camino a casa. Sí, ya sabemos que somos expertos en deprimirnos pero ¿por qué no nos alegramos alguna vez por la llegada del otoño? En realidad tiene más cosas buenas que malas.
1. Planes diferentes
Se terminó estar desperdiciando el día delante de un ventilador. Ahora apetece más ir a algún sitio a tomar algo o directamente quedarte en el hogar: ha dado comienzo la temporada de “¿nos quedamos en mi casa a ver una peli con mantita?”
2. Ropa
Ya puedes sacar las botas, la chupa de cuero y ese estupendo abrigo que te compraste en las rebajas. Y qué decir sobre los jerseys, que no te marcan los michelines que te sobresalen del pantalón.
3. Engánchate a una serie
Con septiembre empieza todo, también las series de TV. Ahora es temporada de estrenos o si pasas de volver a hacerte a adict@ a una nueva serie, acuérdate de las que más te gustaron el año pasado; puede que la siguiente temporada se estrene antes de lo que tú pensabas.
4. Estudia
¿No te hacía ilusión empezar el cole? El olor a libro nuevo, explotar las pompitas que se quedaban al forrar los libros, los plastidecor… ¿No quieres volver a sentirlo? Apúntate a algún curso: inglés, cocina, jardinería… lo que quieras, el saber no ocupa lugar.
5. El romanticismo
Es cierto que en primavera la sangre altera, pero la estación del amor es el otoño. Todo es más romántico con un manto de hojas en el suelo.
6. Olvidarás el reggaeton por unos meses
Se terminaron las canciones del verano. Podrás escuchar música normal y dejarás de lado las canciones marchosas para centrarte en baladas y música tranquila.
7. La lluvia
Esquivar los charcos (o saltar encima, según la edad mental que tengas), los paraguas de colores… y olor de tierra mojada.
8. El crujir de las hojas
Pisar las hojas del suelo es un vicio que nadie te puede quitar. A no ser que te haya sorprendido alguna vez la textura de una caca de perro en el momento del pisotón.
9. Come caliente
Por fin puedes ir a casa de tu abuela a que te haga cocido, judías blancas o esas lentejitas tan ricas.
10. Frutos de la época
Sí, por fin llegó ese momento en el que puedes ponerte hasta arriba de granadas y castañas.
Fuente portada: http://objetivocomunitat.lasprovincias.es/fotos-JUANMI/otono-viveros-773705.html