Siempre que hacemos turismo tendemos a pensar en grandes ciudades, monumentos y mucha, mucha gente. Pero si queremos alejarnos por un día del estrés de la ciudad, la provincia de Valencia tiene auténticos rincones desconocidos para muchos que pueden ser perfectos como escapada. ¿Qué cuáles son? Nosotros te proponemos estos.
Chulilla
En las proximidades del Parque Natural Sot de Chera, nos encontramos con esta población de casitas bajas y calles estrechas y empinadas. Si visitamos Chulilla no podemos irnos sin hacer la Ruta de los puentes colgantes, una travesía montañosa que nos conducirá hasta el Charco Azul, otro de los reclamos de la zona.
Xàtiva
La capital de la comarca de La Costera es sinónimo de historia en la Comunidad Valenciana. Dejarse caer por aquí es algo obligado para cualquier valenciano. El castillo es el emblema de la ciudad, pero no debemos olvidar el museo de L’Almodí, donde cuelga el cuadro de Felipe V del revés por su nefasto reinado en la ciudad, y La Colegiata Basílica de Santa María.
Bocairente
Tendremos que desplazarnos hacia el sur, casi hasta Alicante, para llegar a esta población de 4.200 habitantes. Su estructura actual surgió durante la época en la que perteneció al califato de Córdoba y a la taifa de Denia. De ahí que uno de sus principales reclamos turístico sea Les Covetes dels Moros, un conjunto de cuervas artificiales de los siglos X y XI con orificios en forma de ventana, situadas en mitad de una pared de roca vertical.
Alpuente
Limita con la provincia de Teruel y es otro de los pueblos con gran pasado musulmán e importancia histórica. Tras formar parte de Al-Ándalus, por aquí han pasado las taifas, el Cid y el reinado de Jaime I, siendo la frontera natural entre los reinos de Castilla y Aragón. Si venimos por este pueblo, debemos visitar la muralla, de la que se conservan varias torres y puertas, el castillo y el Acueducto de los Arcos.
Castielfabib
Con apenas 300 habitantes, es el lugar ideal para alejarnos del mundo. Se encuentra en el Rincón de Ademuz, sobre una colina próxima al río Ebrón. Por su tamaño y su orografía (con altitudes entre los 800 y 1.500 metros) lo han llegado a apodar el «pequeño Albarracín valenciano«.
Sagunto
Para cerrar esta lista, un clásico: la capital del Camp de Morvedre. Sagunto es uno de los polos económico y turísticos de la provincia. Su castillo es de los más visitados año tras año, pero aquí algunos todavía no han perdonado la reforma que se hizo en el teatro romano hace más de una década. Si caminamos por las calles del centro histórico, no podemos irnos sin ver el barrio judío.
Foto de portada: Portal de Xativa