¿Desguazarías un Maserati o un Mercedes para transformarlo en un coche fúnebre? Diríamos que ni locos, ¿no? Pero en Valencia hay dos empresas únicas en el mundo que son expertas en este negocio.
IVO Europe y Plasxisteria Xátiva se hacen la competencia mutuamente restaurando coches de alta gama para los funerales más lujosos del mundo. Una de la Vall d’Albaida; otra de La Costera. Y no les importa si es un Mercedes Clase E, un Seat 127 o un Audi Q7. Aquí todos los vehículos se cortan por la mitad para un adiós con las mejores galas.
La marca de la estrella alemana ocupa el 90% de su producción para la familia propietaria del negocio en Ontinyent. Ambas empresas suelen comprar los coches en el extranjero, con unos 20.000 kilómetros de rodaje y los venden por un precio de unos 50.000 euros, dependiendo también del modelo. Y como en todo negocio, siempre hay casos extremos. Clientes italianos llegaron a pedirle a una de ellas la adaptación de Maserati de 280 caballos para un funeral por todo lo alto.
En el fondo no importa ni la marca ni el modelo porque la rutina que siguen ambas empresas es siempre la misma: cortan por la mitad del vehículo, lo desguazan por dentro para adaptarlo a la normativa sanitaria y lo vuelve a reconstruir con un techo más alto y con una plataforma para desplazar el féretro. Un trabajo totalmente artesanal con el que producen una media de 3 y 4 coches al mes.
IVO Europe cuenta que sus coches fueron los que llevaron por última vez el cuerpo del escritor José Saramago o el futbolista Eusebio, entre otras personalidades. Habitualmente, compiten por exportarlos por todo el mundo, desde el Congo a Sudamérica. Así que a partir de ahora, siempre que veas un gran funeral en la tele, piensa que lo más probable es que el coche sea valenciano.
Vía Las Provincias / Elaboración propia
Foto de portada: 20minutos