La llegada al puerto desde la avenida que lleva el mismo nombre nos sorprende con unas edificaciones que son ya un símbolo de la ciudad de Valencia. Los tinglados del puerto se mantienen en pies después de más de 100 años desde su construcción, una Guerra Civil de por medio y varios usos otorgados.
Fueron construidos por los ingenieros José María Fuster y Fausto Élio Vidarte en 1911 y servían como punto de almacenaje y recepción de mercancías entre el puerto de Valencia y el sistema ferroviario que recorría la ciudad. Son la viva imagen de la Valencia exportadora de la época.
Su estilo pertenece al modernismo valenciano que acostumbramos a ver en otros edificios de la ciudad como la Estació del Nord o el barrio de El Cabanyal-Canyamelar.
De los 6 que se construyeron inicialmente, se mantiene en pie 3 (el 2, 4 y 5) que fueron reconstruidos tras la Guerra Civil y ahora mismo están declarados como Bien de Relevancia Local de la ciudad de Valencia.
Su uso original ha dejado pasado a uno múltiples en el que igual valen para acoger los boxes de Fórmula 1, conciertos en directo o zona de recreo para skaters y patinadores. Su última restauración data de 2017 y son una visita obligada si paseas por esta zona de Valencia.
Foto de portada: Antonio Marín Segovia (CC-Flickr)