Cuando comprar es como viajar a otra época.
¿Qué siente al bajar definitivamente la persiana de un negocio? Suponemos que, en la mayoría de los casos, una mezcla de nostalgia, cabreo y simple resignación por no poder aguantar más. Lo que está claro es que, en los negocios, la historia siempre deja vencedores y vencidos. Y en tu barrio seguro que tendrás más de un ejemplo. Como el videoclub que se convirtió en una tienda de electrónica, la ferretería que se hizo restaurante o la panadería de toda la vida que dejó paso al boom de los muffins.
Fuese como fuese, siempre hay unos que se van y otros que se quedan. Y hoy hablamos de estos últimos, los comercios de Valencia que han sobrevivido a la guerra, las modas y la tecnología. Lugares que aunque puede que hayan cambiado su propósito inicial siguen conservando toda la esencia del primer día, ese aroma que los transforme en locales de culto.
Bodegas Baviera
Un antiguo palacete del siglo XVIII alberga una de los joyas comerciales de la ciudad. Y es que Vicente Gabarda, dueño de esta pequeña bodega, ha maridado sus dos pasiones a la perfección: licores y coleccionismo. La tienda surge a caballo entre los siglos XIX y XX (sobre todo, los primeros años del 1900). Una licorería a granel que fue propiedad de la familia Baviera hasta 1960 cuando se traspasa a los Gabarda y ahí es donde entra en juego su propietario actual.
En su interior, sigue habiendo todo tipo de alcohol, pero mucha gente viene a visitarla por otro motivo: la colección personal de instrumentos musicales que guarda en su interior. Todo un tesoro ubicado en la calle Corretgeria, 40.
Librería Rafael Solaz
Ubicada en un local de 1850, esta librería es toda una delicia para lectores empedernidos. 15.000 ejemplares comparten las estanterías de un espacio que mucho antes dio cobijo a una farmacia y una mercería. De hecho, todavía cuelgan los letreros originales de estos antiguos negocios a modo de elementos decorativos.
El librero que atiende es hijo del creador de este concepto tan chulo. De hecho, Rafael Solaz es uno de los libreros más jóvenes de Europa, ya que nada más cumplir la mayoría de edad se puso al frente del comercio familiar. Y, sobre todo, lo que más enamora es su olor a libro y papel al entrar. Está en calle Sant Ferran, 7.
Sombreros Albero
En otro artículo ya te hablábamos de esta tienda como una de esas en las que solo venden una cosa: sombreros. Pero, ¡qué sombreros! Los suyos son de los que duran décadas, de esos que tu abuelo en cuanto puede se enfunda.
Lleva en el mismo sitio desde 1820 y siempre haciendo lo mismo. Aunque las modas les hicieron pasar por malos momentos hace unas décadas, el moderneo (y un buen puñado de hipsters) la ha convertido en una tienda de referencia para encontrar ese sombrero perfecto. Al frente está Inmmaculada Albero, así que – como sus sombreros – la familia precursora también sigue al pie del cañón. Hay dos sucursales, una en calle Xàtiva y otra, la original, en Pza. Mercado, 9.
La tienda de las ollas de hierro
Aunque lo ponga en la puerta, aquí nunca se han vendido ollas. Se fundó en 1793 (es la más antigua de Valencia) y su nombre viene porque en el altillo se guardaban cacerolas traídas del extranjero. Pero, aquí el business está en la venta de material religioso y, sobre todo, indumentaria para Fallas. Estos meses hacen el agosto por la proximidad de la fiesta autonómica, así que puede ser un buen momento para visitarla en todo su esplendor.
Detrás del mostrador seguramente esté Jesús Almenara, el último de la saga familiar que está al frente del negocio. Han pasado las generaciones, pero sigue acaparando miradas de visitantes y locales que se acercan por la zona de la Plaza Redonda y Santa Catalina. La dirección exacta es C/dels Drets, 4.
Cestería El Globo
Llevan en el negocio del mimbre desde 1856 y su trabajo ha dado un nombre extraoficial a la calle en la que se ubica, C/Músico Peydró. Popularmente se le conoce como «la calle de las cestas», y es que los alrededores del Mercat Central han sido históricamente lugares de tradición cestera.
En esta tienda de Valencia tiene todo tipo de elementos hechos de mimbre. Un capazo es lo más típico, pero también hay sombreros, sillas o bolsos de lo más trendy. En la misma calle verás otros lugares con tanta solera como este que llevan al pie del cañón desde hace más de tres generaciones familiares.
Fuentes: Valencia Bonita / Las Provincias Blogs / Guía Repsol
Foto de portada: @planeando / Fernando