Vuelven las Fallas y con ellas, sacamos lo mejor (y lo peor) de nosotros mismos.
La gran festa ya está aquí. Los casales levantan la persiana durante las próximas dos semanas para acoger a todos los falleros ávidos de pólvora y fuego. Son días en los que haces más vida en la comisión que en tu propia casa. Y, como es normal en estos casos, te tocará compartir espacio con otras personas que son tanto (o más) personaje que tú. Estos son los típicos perfiles de fallero que puedes encontrarte (aplicables tanto a mujeres como hombres).
1. L’organitzador
Le gusta estar en todos los fregaos. Si hay que plantar la falla, allí está. Si hay que dar los ramos en la ofrenda, el primero. Arriba y abajo todo el rato y no para quieto. Su eterno objetivo es ser el presidente de la falla, aunque cuando le preguntan nunca quiere saber nada del tema.
2. El cunyat
Un cuñado de libro que se escapó de la cena de Navidad y ha acabado en las Fallas. Sabe de todo y quiere dominar el casal desde la barra del bar. Luego, siempre es el último en arribar el hombro cuando hace falta.
3. L’intens
Siempre lo verás pronunciando una de estas frases: «Això está espectacular» o «Xé, la mare que va…». Vive las Fallas con una emoción desmedida y es de los que se emociona en la ofrenda nada más doblar la esquina del Micalet. El día 20 de marzo es uno de los peores días del año para este personaje.
4. L’invisible
Se le invita porque paga la cuota, pero es experto en bombas de humo. Igual aparece para la cremà y se asoma por la barra a pedir un cubata. Pero lo que es implicación, cero. Lo de vivir las Fallas lo lleva por dentro.
5. El pirotècnic
En su cabeza siempre piensa: «Ara voràs tu!». Amigos de los masclets, se quedó anclado en su época de niño y siempre busca un nivel superior en cuanto a ruido y estallido de los petardos. Es de los que en mitad de la cena sale del casal, tira un petardo que levanta a toda la mesa y para dentro otra vez.
6. El cuiner
Cuando hay que cocinar algo, es el que toma el control. Tiene una conexión con la paella y el punto de cocción del arroz bomba. Y ni se te ocurra meter la mano mientras trabaja. Es como los jugadores de tenis: mientras ajusta el fuego, quiere un xiquet que le pase la toalla (la cerveza) y el agua (los cacaos).
7. El criticaor
Su falla es la mejor y así se lo hace saber al resto aunque la critique. Fomenta la rivalidad con la comisión del barrio, pero no está satisfecho tanto con lo propio como lo ajeno. Que si nos gastamos mucho dinero (o poco), que si el playback ha sido una castaña o que fulanito no sabe vestirse de fallero. Pero, ¿qué haríamos sin él?
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Foto de portada: Valencia Plaza