La belleza también está en las alturas, y estas fotos lo demuestran.
València es una ciudad llena de monumentos. Lugares con mucha personalidad en los que a veces olvidamos levantar la cabeza para mirar al techo. Si lo hacemos, podemos encontrar algunas de las estampas más impresionantes. Esta selección da buena fe de ello. ¿Eres capaz de adivinar el lugar en el que están tomadas?
1. Sincero y transparente
El hogar de las lechuzas del siglo XXI.
La sala central de edificio de Correos de Valencia está presidida por una gran claraboya. Fue construida por los hermanos Maumegean y está compuesta por 370 paneles vidriados con los escudos de las 48 provincias españolas (J.Diez Arnal)
2. Alegre y buen rollo
El motor de la ciudad.
Pinturas al óleo y lámparas de araña ocupan el Salón de Cristal del Ayuntamiento de Valencia. Fue inaugurado en 1929 por el rey Alfonso XIII en una visita a la ciudad (J. Diez Arnal)
3. Generoso y detallista
¿La capilla sixtina está en Valencia?
Se trata de la Iglesia de San Nicolás de Bari, un edificio de estructura gótica del siglo XV con una espectacular decoración barroca del siglo XVII. Tras su restauración en 2016, es uno de los mayores atractivos de Valencia.
4. Moderno y minimalista
El corazón de la vida valenciana.
La luz al Mercat Central entra por la cúpula central, hecha de hierro, cristal y cerámica a 30 metros de altura. Es uno de los lugares más observados por los turistas que visitan el mercado.
5. Chocante e irreverente
Dicen que guarda la copa de vino más famosa de la historia.
A la derecha, los frescos de la Capilla Mayor de la Catedral de Valencia. A la izquierda, los techos góticos obra de Martí Llobet en el siglo XV.
6. Férreo y valiente
Muchos acuerdos comerciales entre sus paredes.
Este techo gótico de madera policromada está en la sala del Consulado del Mar, en la Lonja de la Seda de Valencia. Es obra de Joan del Poyo y se completó en el siglo XV.
7. Clásico y recargado
La casa de la cerámica en la ciudad.
El salón del baile en el Palacio del Marqués de Dos Aguas presenta una decoración lujosa y elitista con techos de escayola que se completaron en el siglo XIX (J. Diez Arnal)
Foto de portada: El Mundo