La croqueta. Ese plato que comías cuando visitabas a tu yaya en el pueblo y que fue perdiendo adeptos. «Es demasiado poco cool» dijeron alguos… Cuánto ignorante hay por ahí suelto. Pero como los pantalones de campana y los pitillo, todo vuelve con más fuerza que antes. Ahora todos los restauranes tienen su propia ración de croquetas y nadie se avergüeza de ellas. Nosotros, como adictos que somos a esta bolita de bechamel, queremos que sigáis los 10 mandamientos de la croqueta perfecta, para honrarla como es debido.
1. Amarás la croqueta por encima de todas las cosas. Porque si no eres un verdadero creyente de este plato, nunca podrás seguir los mandamientos como lo haría un buen corquetero.
2. No comprarás croquetas congeladas. Eso sí que es pecado.
Fuente: http://www.businessinsider.com/19-tapas-you-should-eat-in-spain-2015-9
3. No tomarás el bote de aceite en vano. Ya sabes que hay que freírlas en abudante néctar de aceituna.
4. Y por supuest, el aceite siempre virgen. Vamos a segir los dictados de La Biblia gastronómica, por favor.
5. Honrarás los ingredientes. Y es que la croqueta es tan maravillosa que cualquier ingrediente que le eches es adecuado. Jamón, pollo, merluza, bacalao e incluso calabaza si quieres, que están muy buenas.
Fuente: http://mediterraneanvegan.blogspot.com.es/2010/07/spanish-croquetas.html
6. No dejarás la bechamel líquida. Por favor, seriedad: la bechamel tiene que quedar jugosita pero pastosa. las croquetas se comen con la mano, no con cuchara.
7. La bechamel debe ser casera. Hombre, si no compras croquetas congeladas, lo suyo es seguir todo el proceso manualmente.
Fuente: http://www.today.com/series/viva-today/fry-cuban-croquetas-crowd-pleasing-snack-t18886
8. No dejarás aceitosa la croqueta. A todos nos gusta el aceite pero controla esto. Tiene que estar sequita, que así se puede coger mejor con las manos y además colaboramos con la operación bikini.
9. No codiciarás todas las croquetas. Siempre viene bien que te guardes alguna y la congeles, que están igual de buenas y no tienes que volver a cocinarlas.
10. Pero siempre santificarás las croquetas de tu madre. Descubrirás que nadie les pilla el punto tan bien como ella. Es más, posiblemente tú nunca llegues a su nivel.
Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=ySSKk-3y-Bg