La nueva serie documental de À Punt se mete de lleno en la cocina valenciana.
Hace dos meses que viví mi último gran ‘enganchón’ a una serie. No era ni Juego de Tronos, House of Cards o Handmaid’s Tale. Todo lo contrario: era documental, sus personajes eran reales y hablaba de cocina. Si eres un foodie, ya habrás caído en la cuenta. La producción en cuestión era Chef’s Table, una serie original producida por Netflix que aborda a lo largo de tres temporadas en episodios monográficos las historias de reputados chefs mundiales.
Pasada esta fiebre de comer en restaurantes con estrella Michelín a través de la pantalla, lo dejé estar por un tiempo. Hasta que, sin quererlo ni beberlo, el pasado domingo me encontré en medio del bucle infinito que supone hacer ‘zapping’ con otra maravilla mayor que Chef’s Table si cabe. Y dirás: «Pero si Chef’s Table» es insuperable. Sí, pero el corazón a veces se guía por otras emociones.
La cosa es que el día que renacía la televisión autonómica valenciana, bajo el nombre de À Punt, se estrenaba la serie Cuineres i Cuiners en una propuesta con estrella. A lo largo de varios episodios, el cocinero Ricard Camarena recorre la Comunitat entrevistando a colegas de profesión para hablar sobre gastronomía, cultura y territorio. El primer invitado era Quique Dacosta, el máximo representante de la alta cocina valenciana, y el programa no defraudó.
No solo porque Dacosta es un genio en lo suyo, sino porque Cuineres i Cuiners aportó otros elementos para convertirse en un programa de referencia a nivel nacional. Además de una imagen y estética cuidadísimas, pudimos conocer las historias de otros cocineros como Pep Romany, junto con pescadores y agricultores de la zona de Dénia, que nos ayudan a descifrar qué quiere decir eso de la terreta cuando se habla de ella.
Cuando nos ponemos serios, lo bordamos: Quique Dacosta es el rey de la alta cocina, Pep Romany, el ‘rei de les coques’ y Ricard Camarena, el creador de un restaurante de referencia en Valencia.
Nada nos une más que la gastronomía: en la Comunitat no hay mejor pegamento que la comida. Y eso se nota también en el programa.
No nos damos cuenta de lo que tenemos: otra idea que sobrevuela Cuineres i Cuiners es la falta de autoestima propia de los valencianos por su producto local. Pescadores, agricultores, ganaderos y cocineros se encargar de recuperar y crear propuestas vinculadas al territorio al máximo.
Nuestra gastronomía es algo más que paellas y arroces: unido al último punto, las cocas de Romany y la Lonja de Dénia nos demuestran que hay vida más allá de los arroces.
Siempre hay uno que habla en castellano (o valenciano): el programa normaliza también una situación habitual, que en tu grupo de amigos haya siempre uno en minoría que habla en castellano o en valenciano.
Somos el próximo País Vasco en gastronomía: Palabra de Quique Dacosta. No hay que decir nada más.