Un maridaje entre cocina de mercado y vinoteca en el Cedro.
Para un valenciano, la terreta lo es todo. Referirse a ella equivale a confesar un amor incalculable por la familia, la ciudad, la tradición y, por supuesto, la gastronomía. Nunca antes un término ha englobado tan bien nuestra esencia, la de personas que creemos que nacer y vivir aquí no es una desventaja, sino un privilegio.
Así que si algún día alguien abriese un restaurante con ese nombre, lo primero que buscaríamos es ese cúmulo de sensaciones casi indescriptibles. Y hasta nuestros oídos llegó, como tratándose de una pista escondida en nombre de calle, que en Valencia había un sitio que quería servir la esencia de la terreta en el plato.
El restaurante La Terreta (C/Explorador Andrés, 41), puesto en marcha hace cosa de un año y medio por Eduardo Andrada, se define como un espacio que combina la cocina de mercado con uno de sus mejores acompañantes, el vino. Pero detrás hay mucho más. Es un restaurante fruto del esfuerzo, la ambición y el incondicional apoyo familiar; y eso se nota.
Con la aspiración de llegar a ser un referente gastronómico en la ciudad, La Terreta ha asentado sus bases en una unión entre producto de primera, como demuestra su tataki de atún rojo de Balfegó – uno de los mejores atunes de España y utilizado por chefs como Berasategui -, la proximidad del Mercat Central y la huerta valenciana y la cocina tradicional fusionada con nuevas técnicas y texturas.
En su económica carta (el plato más caro son 16 euros y el precio medio en torno 7 euros), el tapeo tiene un merecido protagonismo. Nos dan la razón sus bravas, el dúo de baos con carrillera y aliño de cítricos o las croquetas de jamón ibérico, que se potencia con su amplia selección de vinos.
También se ve la apuesta por elaboración casera detrás de cada plato, y en los postres sale especialmente a relucir con una de las mejores cheesecake de Valencia o un sorbete de lima, albahaca y orujo blanco que puede ser adictivo.
Toda la filosofía culinaria detrás de La Terreta se entiende a través de una frase que destaca en su página web: «Vive para ser feliz, disfruta del vino y de la gastronomía porque hay pocos placeres así en la vida, reúne a tu gente todas las veces que te sea posible y quédate solo con los buenos recuerdos sin olvidar lo vivido». Como valencianos, nosotros también firmábamos esta forma de entender la vida.
Foto de portada: La Terreta / Javi Yaya