Y no es el único acto vandálico durante el último mes.
Quienes han pasado recientemente por delante de la puerta de l’Almoina de la Catedral de Valencia no dejan de sorprenderse. Y es que una o varias personas quemaron un trozo de esta entrada románica a la Seu durante la madrugada del pasado 16 de diciembre. Un acto de vandalismo del que no se ha tenido conocimiento hasta hace unos días y que ha despertado la indignación entre las vecinas y vecinos de la ciudad.
Esta joya, de estilo románico y construida en el siglo XIII, tiene ahora una zona carbonizada en la esquina inferior izquierda. La Policía Municipal todavía no ha podido esclarecer exactamente cómo sucedió, pero hay una investigación en curso para saber si es gamberrismo juvenil, un ataque decidido contra el patrimonio, contra la religión u otro tipo de acción determinada.
En declaraciones al diario Levante-EMV, el presidente del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio, Cesar Guardeño, ha alertado del repunte de estas agresiones durante el último año y ha pedido más «protección y la seguridad» en los edificios y monumentos declarados como Bien de Interés Cultural (BIC). Reclama la instalación de cámaras de videovigilancia como método disuasorio ante este tipo de actos.
La puerta se restaurará próximamente. Esta idea ya estaba en marcha hasta de que se produjera la quema, pero ahora se intentará recuperar con la mayor celeridad posible.
Este no ha sido el único ataque que ha sufrido el patrimonio de la ciudad en la últimas fechas. Durante la última semana de diciembre se han registrado daños en una de las figuras de la fachada de Viveros, que amaneció con la cara pintada de negro, y en las Torres de Serranos, donde apareció una pintura negra con una media luna y una cruz invertida.
Vía Las Provincias / Levante-EMV
Foto de portada: Levante-EMV